En los debates presidenciales transmitidos en directo por televisión no siempre se trata de ganar el debate como tal. En algunos casos se aprovechan las grandes audiencias que generan para llenar vacíos, corregir errores o equilibrar las cargas.

Eso fue lo que percibí anoche durante el debate entre Oscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático y el Presidente, Juan Manuel Santos de la Unidad Nacional en el Canal Caracol.

Cada uno de los candidatos llegó al debate con unos objetivos claros que no siempre perciben los televidentes normales.

La idea del Presidente era aprovechar la audiencia para, en primer lugar cobrar los logros de su Gobierno, que los tiene y, en segundo lugar, tratar de debilitar la credibilidad en su rival, si le alcanzaba el tiempo. Y le alcanzó.

Oscar Iván Zuluaga, por su parte, también llegó con dos objetivos clarísimos. El primero, seguir mejorando su reconocimiento a nivel nacional como un candidato cuyas preocupaciones van mucho más allá de la paz. El segundo, recordarle al país que Juan Manuel Santos también trabajó en el Gobierno de Álvaro Uribe y que cada vez que critica a ese Gobierno se critica así mismo. También le alcanzó el tiempo.

Los dos ganaron porque cumplieron sus objetivos. Eso explica por qué, especialmente al comienzo del debate, los periodistas preguntaban una cosa y los candidatos hablaban de otra.

La novedad

Para esta campaña los canales admitieron publicidad de las campañas durante la emisión de los debates. Hábilmente, las dos campañas los han sabido utilizar para, de alguna manera, darle continuidad al debate.

Así por ejemplo, la de Oscar Iván Zuluaga aprovechó para decir las cosas que no podría decir en el debate, como su propuesta para la Costa Caribe o para la Costa Pacífica. La de Santos aprovechó para transmitir publicidad negativa de su rival, como si fuera emitida por él mismo Zuluaga. La estrategia funcionó. Tanto que un periodista avisado como Mauricio Jaramillo cayó en la trampa y señaló en su Twitter (@MauricioJaramil) que Zuluaga había incurrido en una contradicción. No percibió de dónde venían las balas.

El cierre del debate bastante flojo para los dos. Ni Santos, ni Zuluaga logran desarrollar un discurso que nos haga salir a votar el 15 de junio. Con lo que dijeron esta noche me quedó viendo el Mundial por DirecTV.

Apuntes al margen

• Mis respetos por Luis Carlos Vélez. Se necesita ser muy valiente para aceptar que se equivocó y corregir el error. Aceptar pasar de ser el Jefe a uno más en la mesa. Es de señores y de inteligentes agachar la cabeza cuando toca. Y Vélez los hizo con toda dignidad.
• Saludable la renovación periodística a alto nivel en que parece estar empeñado el Grupo Santodomingo en sus medios, el Canal Caracol, Blu Radio y El Espectador. Fue muy refrescante ver a cargo a una nueva y muy buena generación de periodistas, periodistas.
• Esta vez si hubo debate. Aunque cambiaron las reglas al aire, el nuevo formato sin moderador funcionó a pesar de que los candidatos, como dije antes, no fueron a debatir sino a vender sus propuestas cada uno por su lado.
• Bueno el set. Mejor tener a los candidatos de pie que sentados.
• A muchas personas les quedó la sensación de que los periodistas se le atravesaban a Zuluaga y no a Santos. No creo que haya sido a propósito, pero así se sintió.