Reforma agraria en Sudáfrica

Uno de los temas más controvertidos e innecesarios del acuerdo Farc-Santos, el firmado el 26 de septiembre y rechazado en el plebiscito del 2 de octubre pasado, es, sin lugar a dudas, el de la reforma agraria que proponía y propuso en el texto corregido repartir inicialmente tres millones de hectáreas entre los campesinos pobres para crear minifundios y luego otros siete millones de hectáreas para formalizar las propiedades de incontables colombianos y, entre estos, las de los testaferros de las Farc.

El gobierno de Sudáfrica inició hace 11 años una reforma agraria con objetivos muy similares a los de Colombia. El canal de la televisión alemana, la Deutche Wella -DW- divulgó hace pocos días un video titulado: “Las reformas agrarias implantadas por el gobierno sudafricano están a punto de fracasar”. Como este video resulta muy oportuno para nuestro caso, les recomiendo a mis lectores entrar por Internet: www.dw.com/es/sudafrica-y-la-reforma-agraria/av/36149564.

El video menciona que para su elaboración se consultaron decenas de antiguas explotaciones y 600 familias de aquellas que habían sido beneficiarias con las adjudicaciones de tierra, en zonas muy fértiles, donde anteriormente existían grandes granjas agrícolas, es decir, no les entregaron selva virgen para conquistar.

El resultado no puede ser más dramático, la producción en esas zonas les cayó un 79% y los empleos en 84%. Se menciona una finca en la cual les entregaron 237 hectáreas y hoy solamente cultivan 10. Los beneficiados sostienen que a duras penas ganan para sobrevivir. Que su problema es la falta de maquinaria agrícola.

El gobierno sudafricano ya redistribuyó el 10% de sus tierras agrícolas, proyecta repartir otro 30%. En ello se ha gastado ya 4.000 millones de euros para pasar de una agricultura comercial a una de subsistencia. Afirma dicho gobierno haber indemnizado a los propietarios adquiriéndoles sus tierras a precios razonables.

En el estudio aludido se comenta sobre una gran finca productora de cítricos que les entregaron, estaba dotada de una excelente planta extractora de jugos, no la supieron operar y la dejaron deteriorar. Las causas fundamentales del fracaso -concluye el video- han sido la ignorancia absoluta de los nuevos propietarios sobre la producción agrícola y la falta de crédito tanto oficial como privado.

No espero nada distinto para Colombia de una hambruna como la de Venezuela tras una reforma agraria con ideología fariana. Porque vivimos en un país con una población creciente -71 millones en 2050, según el Banco Mundial- población que nos exige iniciar ya una producción agrícola más mecanizada y algo automatizada, donde fumigaciones como las de los cultivos ilícitos ya se deberían estar realizando con drones, donde existen países como Alemania con lecherías para 1.400 vacas para dos ordeños por día, por medio de diez robots.

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