Retorno a la mediocridad

El Dane reveló que el crecimiento de la economía colombiana en 2014 fue de 4,6 por ciento, resultado ligeramente inferior al dato de 2013 (4,9 por ciento). Por su parte, el año pasado el sector agropecuario creció 2,3 por ciento. Este hecho representa una fuerte desaceleración respecto al año inmediatamente anterior, cuando el crecimiento de la agricultura fue 6,7 por ciento.

Al desagregar el crecimiento del PIB agrícola en los tres principales grupos -café, otros productos agrícolas y pecuarios- se encuentra que en 2014 las correspondientes tasas de crecimiento fueron 10,0, 1,9 y 2,6 por ciento respectivamente.

En comparación con lo ocurrido en el año 2013, cuando los tres grupos crecieron 36,0, 5,0 y 2,0 por ciento, se ve que la desaceleración del PIB de la agricultura durante 2014 responde, principalmente, a la menor tasa de crecimiento del cultivo del café y, en menor medida, a la no menos fuerte reducción en el crecimiento de los otros productos agrícolas diferentes a café.

Por tanto, estos resultados indican que la agricultura colombiana tuvo en el año 2013 un crecimiento excepcionalmente alto, explicado especialmente por el destacable incremento de la producción de café, como consecuencia, en muy buena parte, del programa de renovación de cafetales y del consiguiente incremento de la productividad del cultivo.

Además del comportamiento del café en 2013, los otros productos agrícolas presentaron un crecimiento destacable (5,0 por ciento) que sirvió para consolidar un crecimiento del PIB agrícola excepcionalmente alto en todo lo que va corrido del presente siglo. Para ello, basta con señalar que la tasa de crecimiento del PIB agrícola que más se le acerca a la de 2013 es la que se tuvo en 2002, que fue de 4,6 por ciento.

Por tanto, lo que realmente pasó en 2014 es que la agricultura, luego de un año agrícola muy bueno, retomó el ritmo de crecimiento que en promedio ha tenido el sector durante estas dos últimas décadas, que ha sido, para el período 2001-2014, de 2,5 por ciento.

Siendo aún más estrictos, se debería decir que el resultado de crecimiento agrícola del año pasado ni siquiera alcanzó el promedio, pues estuvo ligeramente por debajo de este.

Adicionalmente, cuando se compara el crecimiento que en 2014 tuvieron los tres grupos de productos con su respectivo promedio del período 2001-2014 se tiene que: el café (10 por ciento) indudablemente creció por encima del promedio (2,6 por ciento); los otros productos agrícolas (1,9 por ciento) lo hicieron por debajo de su promedio histórico (2,4 por ciento), y los pecuarios (2,6 por ciento) estuvieron muy cerca de su respectivo promedio (2,7 por ciento).

Estar cerca del promedio histórico no constituye un gran logro, pues ello no solo significa que la agricultura del país sigue subutilizando su potencial productivo, sino que esta se mantiene por debajo del desempeño de sus pares latinoamericanos.

Ahora que la crisis del petróleo ha puesto en evidencia un creciente déficit comercial es urgente adoptar, como se ha señalado en esta columna, una estrategia eficaz de crecimiento agrícola que vaya más allá de la sustitución de importaciones.

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