Saqueo color rosa

A Colombia la están saqueando en todos los niveles y de todas las maneras. Mientras se habla de austeridad y se amenaza a la gente con una furiosa reforma tributaria, el presidente Santos ordena 600 millones de pesos en cortinas para su palacio –¿Será que él y su distinguida esposa Clemencia Rodríguez se consideran descendientes directos de los Romanov?-, compra, como reveló el periodista Hassan Nassar, 15 millones de pesos en caramelitos y confites para llenar las bomboneras de su oficina, se acompaña por 200 personas a su viaje a Washington. Y así, gastaríamos páginas y páginas narrando la sinvergüencería con la que se administra la chequera pública.

Quiero volver al caso del arquitecto español Manuel Sánchez-Vera de quien he escrito un par de columnas sobre los contratos que recibió durante los años 2014 y 2015, en su condición de recomendado especial del doctor Jorge Fernando Perdomo, Vicefiscal General de la Nación. (Ver columna “La conquista española”: http://www.pensamientocolombia.org/la-conquista-espanola/ y “Defensor del arquitecto”: http://www.pensamientocolombia.org/defensor-delarquitecto/)

Año nuevo, contratos nuevos. Tal cual le sucedió a ese genio de la arquitectura universal que ha hecho un paréntesis en su exitosa profesión en España para ir a Colombia a “asesorar, acompañar y apoyar” la refacción de goteras, el cambio de bombillos, la resanada, empañetada y pintada de paredes, sin dejar de lado el acomodamiento de tejas en las sedes de la Fiscalía a lo largo y ancho del país, tareas por las que ha cobrado elevadísimos honorarios.

El 7 de enero de este año, cuando aún estábamos de vacaciones, la Fiscalía le entregó al arquitecto Sánchez-Vera, como si fuera un regalo de Reyes, el contrato 022 por $348 millones de pesos para que, durante 2016, “apoye, acompañe y asesore al departamento de administración de sedes y construcciones de la dirección nacional de apoyo a la gestión de la Fiscalía General de la Nación”. Por tan compleja y exigente labor, recibirá $29 millones de pesos al mes.

Lo bueno de ese contrato, para Perdomo y Sánchez-Vera, es que podrán estar cerquita el uno del otro durante sus exhaustivas jornadas laborales. Lo malo, lo reprochable, lo cuestionable es que con plata pública, la Fiscalía contrate a un personaje que está en Colombia única y exclusivamente por el vínculo que tiene con el vicefiscal.

Resulta interesante que este año, nuevamente el ministerio de Vivienda –que parece tener una alianza con la fiscalía en materia de contrataciones-, le dio un contrato a Sánchez-Vera de seis meses –entre enero y junio 30 de 2016- por $53.920.236 pesos (contrato 042 del 6 de enero de 2016) para la “prestación de servicios profesionales para apoyar a la Dirección de Espacio Urbano y Territorial en la revisión de las diferentes etapas de las operaciones urbanas integrales que se deban realizar por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio”.

El portentoso arquitecto ibérico le venderá humo a un precio de $9 millones de pesos mensuales al ministerio de vivienda que, cosa curiosa, tiene que recurrir a arquitectos extranjeros para que hagan la tarea que bien podría realizar cualquier profesional colombiano. La explicación está afincada en la añeja amistad que hay entre el vicefiscal Perdomo y el ministro Henao, cultivada en las aulas de la universidad Externado de Colombia.

Hay saqueos grandes –el de los sobrecostos de Reficar, obra que se hizo en el gobierno de Santos-, chiquitos como el de los de los bombones que compró el señor presidente y medianos, que se materializan a través de la contratación multimillonaria de las entidades públicas que, con su chequera, están financiando la estadía en Colombia de personas que son cercanas al corazón de algunos poderosos funcionarios.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar