¡Se busca gente honesta!

Algo muy especial está pasando en Latinoamérica. Los pueblos se han manifestado en las urnas y en las calles contra la corrupción, los abusos y los engaños de sus gobernantes.

En Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia, Venezuela y Centroamérica, los cuestionamientos contra los corruptos son cada vez más duros. Jóvenes y viejos, hombres y mujeres, de izquierda, centro o derecha, castigan con su voto a los corruptos. ¡Se busca gente honesta! Es el sentimiento de Latinoamérica hoy día. ¡No más ladrones!

La designación del expresidente del Brasil, Luis Ignacio Lula, como jefe de Gabinete, se convirtió en la bala de plata que acertó el golpe de gracia al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. La furia de los brasileros no se hizo esperar, cerca de cuatro millones de ellos invadieron las calles en protesta por la actuación de la presidenta.

Dilma pretendía, con este nombramiento, proteger a su mentor, dándole fueros especiales que lo pondrían fuera del alcance de la ley por la toma de sobornos descarados en Petrobras, escándalo conocido como el pretolado.

Pero en Brasil, al contrario de lo que ocurre en otros países latinoamericanos, la justicia no se deja manipular ni amedrentar por el Ejecutivo y actúa con una digna independencia. Así que Lula está siendo investigado por el juez Sergio Moro, y, por lo visto, nada detendrá esta investigación.

En nada se parecen estos jueces o estas cortes brasileras a las amordazadas, compradas y manipuladas de Venezuela, Nicaragua o de la Argentina de los Kishner.

No en vano lo que ocurre enfurece a Maduro que vocifera contra la valerosa actuación del poder judicial brasilero.

Y Lula arremete colérico, “¿Dónde están las mujeres de clítoris duro de nuestro partido?”. También insulta a las cortes, los partidos políticos y todo aquel que lo cuestione. ¿Cómo se atreven? Si él fue el líder de la renovación. ¿Acaso no tenía derecho a algunas coimas, algunos millones de recompensa? ¡Qué desagradecido es su pueblo!

Peló el cobre al expresidente Lula. No solo se van a comprobar los dineros que recibió, sino que su discurso es ya tan soez y falto de inteligencia como el de Maduro.

Aun en el Partido de los Trabajadores, (PT), hay disgusto. Muchos quieren tomar distancia de su antiguo líder. Las manifestaciones en su favor no llegaron a ser ni la mitad de las de quienes lo denuncian y demandan la destitución de la presidenta. La popularidad de este par ha sido erosionada por la corrupción.

¿Cuántos meses, días, horas, le quedan al gobierno de Rousseff? Yo creo que se cuentan en los dedos de una mano.

Este es el más claro ejemplo de lo que ocurre en toda la región. ¡Todos estamos hastiados! Estamos saturados de las mentiras, los engaños, los robos, el fraude, los sobornos de los políticos.

¡Se buscan personas honestas! ¡Se busca gente decente para que nos gobierne! ¡Fuera los corruptos, los truhanes! Esta es la nueva realidad, es el grito que se siente en toda Latinoamérica.

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