Se buscan intérpretes

En nuestros tiempos de juventud, a mediados del siglo pasado, los empresarios de cine recibían las películas en unos rollos enormes de metal y se repartían entre varias salas de cine en distintas zonas de la ciudad. Para ganar tiempo, en los teatros se empezaba con el primer rollo y se esperaban el segundo y el tercero que se estaban proyectando en otra sala del mismo municipio o de otro vecino.

En cierta ocasión una patrulla de Policía detuvo a un motociclista que a las diez y media de la noche se desplazaba por la carretera entre Caldas y La Estrella. El hombre les explicaba a los policías que era un mensajero de teatros, pero ellos lo vieron muy sospechoso, porque le encontraron una boleta que decía: “Envío Cadáveres, espero Bandoleros del Oeste”.

Tuvieron que hacer varias llamadas para constatar que eran títulos de películas y que realmente iban los rollos correspondientes a películas de vaqueros americanos. Mientras tanto los operadores de los teatros sufrían los ataques verbales del público por no proyectar la segunda parte.

El presidente Maduro de Venezuela está dando palos de ciego con el caos que vive su nación. Ataca verbalmente al presidente Santos porque el gobernante colombiano, a través de la Canciller, pidió respeto para el expresidente Andrés Pastrana y la libertad del preso político Leopoldo López, detenido por oponerse al gobierno. Pleito inútil y pendejón, pues al encontrarse personalmente, se dieron la mano y como si nada hubiera ocurrido. Pero Maduro sigue deportando colombianos por centenares y protegiendo guerrilleros narcotraficantes colombianos en su país. ¿Quién lo entiende?

Maduro ataca a Estados Unidos por las sanciones económicas de este país contra las políticas antidemocráticas de Venezuela por los detenidos y por los abusos con las expropiaciones de empresarios. Se descubre una red de militares venezolanos comprometidos con exportaciones de cocaína desde Venezuela a Estados Unidos y Cuba, que han denominado las redes y los periódicos como “el Cartel de los Soles”. Y el dictador venezolano no encuentra mejor abogado para intrigar ante Obama que al expresidente colombiano Ernesto Samper, para que como secretario general de Unasur lo defienda de un “imaginario” golpe de Estado que “estaría” preparando Estados Unidos. No se acuerda don Nicolás Maduro que Ernesto Samper es el mismito del Proceso 8.000 por la supuesta financiación de su campaña presidencial con dineros del narcotráfico, y que no tiene visa americana. ¿Ese va a ser su defensor, cuando ante el gobierno americano permanece sub judice? ¿No habrá nadie que le explique a Nicolasito? ¿Y Diosdado qué dice de los “soles” untados?

Es más fácil entender la boleta “Envío cadáveres y espero vaqueros del Oeste”.

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