Se cae el entable

El Gobierno y sus medios afectos han ocultado debajo de sus rotativas y micrófonos la última encuesta de Yan Haas Poll.

En estas estadísticas no puede ser más pobre el apoyo al actual jefe de Estado. Solo un 16 % de los encuestados manifiestan estar de acuerdo con su gestión, en tanto un 63 % la desaprueba. Un balance tan irrisorio que seguramente tienen al borde del colapso a sus áulicos y prevalidos.

Pero, ¿cómo podría tener un apoyo mayor cuando la situación económica, social, de salud, es tan preocupante?; ¿cuando los mismos organismos internacionales lo apuran para que supere políticas absurdas que están enredando más el manejo de las finanzas públicas, lo que ha llevado a Standar & Poors a descalificarlas al pasar de estable a negativa la calificación de las expectativas de la economía colombiana?

La gente siente cada vez más los efectos contraproducentes que en sus presupuestos familiares causa la inflación desbocada. Se ha repetido hasta la saciedad que esta es el impuesto más regresivo y oneroso que recae sobre las clases pobres y medias. Y el ministro de Agricultura –de toda la confianza del presidente– busca el ahogado aguas arriba, culpando a los primeros que se les ocurre, dado su inocultable populismo. La sola alza en los alimentos se tragó en enero el reajuste salarial vigente para este año. Si no se tapona la hemorragia, podremos terminar este año con una inflación desmesurada.

¿Cómo va a tener más apoyo el presidente, del escaso que señala la firma encuestadora, cuando todas las centrales sindicales anuncian un inminente paro nacional como protesta a su política social, enmarcado su fracaso, en los muchos niños que mueren por desnutrición y en las agonías a las puertas de los hospitales de pacientes abandonados de la mano del Estado? ¿Y cuando en los más recientes ránquines persiste el país en figurar como uno de los más corruptos en la región –con su último escándalo de tráfico de homosexualidad en altos órganos del Estado–, sin que haya justicia pronta y eficaz que corte semejante gangrena moral?

¿Cómo puede mejorar Santos su imagen en las encuestas, cuando le reclaman los organismos nacionales e internacionales una pausa en el derroche presupuestal, y lo que hace su gobierno como respuesta es comprar almendras por valor de 15 millones para satisfacer la glotonería? Cifra que si bien es ridícula y anecdótica para el cálculo total que se prevé del déficit fiscal para este año, de aproximadamente 40 billones de pesos, sí es parte de la radiografía de un gobierno sibarítico y manirroto.

Así que ese desmirriado 16 % de aceptación ciudadana –que es de las peores de presidente alguno en la región, incluyendo a Maduro, suficiente degradación– es el reflejo de un país escéptico y descorazonado. Está, sí, en manos de la prensa amiga del régimen –la que aún no se empalaga, ahora de tantas almendras– propiciar otra encuesta que contrarreste a Yan Haas. Y en ella podría aparecer el actual mandatario colombiano con unos índices de aceptación que hagan sonreír hasta a los más tontos de capirote… .

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