¿Será muy difícil negociar?

Cuando se negociaba con las Farc en el Caguán, al pasar por una finca a unos pocos kilómetros de San Vicente del Caguán, cerca al puente que cruza el río del mismo nombre, vi una finca con una casa grande y lindos potreros pero llena de guerrilleros. Pregunté si era un campamento de las Farc. Me contestaron que la historia era triste y me la contaron.

Resulta que al propietario de la hacienda lo asesinaron los guerrilleros, la viuda del dueño de la finca no quiso abandonar la propiedad y entregárselas a los asesinos de su esposo. Estos tomaron posesión de la hacienda y ella se quedó en ella pero les tiene que cocinar y atenderlos en todo lo que necesiten, nunca abandonar lo que es suyo.

Ahora Juanpa (como le gusta que le digamos) quiere crear una policía rural, copia de la gendarmería francesa, ya que en su paseo por este país conoció esta fuerza pública y quiere imitarla. La diferencia es mucha, en Francia los campos y sus habitantes gozan de una paz absoluta, los campesinos nada tienen que temer. Se transita con seguridad por las carreteras. Los productos del campo son para mercadearlos lícitamente, no hay coca, marihuana ni amapola. No se encuentran sembradas minas antipersonal. En resumen, viven en paz.

La idea de crear una policía rural, copia de la gendarmería, no tiene nada de malo aunque es duplicar lo que hay. Ejército en los campos, policía rural que cumple con las funciones que se supone tendría la gendarmería. Tenemos es que fortalecer a nuestras Fuerzas Armadas y de Policía. No igualarlas con los grupos subversivos como se hace ahora.

Suponiendo que se siga con el embeleco de duplicar esfuerzos, Juanpa (como le gusta que le digamos) ya dio puntadas para entregarles semejante poder a sus nuevos mejores amigos de las Farc. Se le preguntó si se incluirían guerrilleros en caso de crear la policía rural, dijo: “no se me ha ocurrido pero no lo descarto”. Además agregó que la posibilidad de que “esa policía tenga presencia de guerrilleros desmovilizados, eso hay que negociarlo entre las dos partes”. Eso sería lo más fácil de las negociaciones. Imagínense ofrecerles la entrega de la vigilancia de los campos de cultivos ilícitos, de las propiedades productivas sin necesidad de asesinar al dueño y poner a trabajar a la viuda para ellos, de hacer salir de sus propiedades a quienes no los han apoyado, en fin, sería acabar de entregarles el país a unos grupos delincuenciales armados por el mismo Estado. En esas estamos.

Otra cosa. Puristas del idioma me dicen lo que es de todos sabido, que antes de p y de b se escribe m y no la n que empleo cuando hablo de Juanpa (como le gusta que le digamos). Eso es cierto en palabras comunes, pero en nombres propios no creo que se deban cambiar y menos porque de pronto no le gusta al mandatario que le dañemos su nombre.

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