‘Timochenko’, mi amor

Recuerdo que en el Caguán a los comandantes les enfermaba que los denomináramos terroristas.

¿Cómo le hace esto al Presidente, con lo bien que se porta con ustedes? Uno comprende que usted, tan alejado de los anhelos y preocupaciones de su tropa como Santos de la suya, tenga que darles contentillo después del elevado número de bajas. Pero seguro es consciente de que su contraparte no quería causar un daño grande, que tenía maniatadas a las FF. MM. y Policía Nacional desde hacía rato. De pronto también él se vio obligado a soltarles un poco las riendas para compensar la indignación que causaron los 11 militares asesinados y por la debacle en las encuestas, pero estoy convencida de que nunca esperaba una cifra de 26 muertos.

Le pido que se grabe bien en su anquilosada mente que los guerrilleros que perdieron la vida son responsabilidad exclusiva suya y de sus lugartenientes. Si los jefes farianos no siguieran atornillados a su lucrativo negocio, si no fueran cobardes y admitieran que se equivocaron y cerraran el chuzo a cambio de generosos beneficios judiciales, esos muchachos seguirían vivos.

En cuanto a la ruptura de la tregua, apuesto desde ya que termina favoreciendo a Santos. Verá que los asesinatos que cometa su gente a partir de ahora se los achacarán a los que criticamos la manera tan entreguista de conducir el proceso de paz. Dirán que es lo que buscamos los “enemigos de la paz”.

En todo caso, no modificará en nada el curso de las negociaciones. Santos sigue empeñado en que firmen antes de fin de año, algo que no ocurrirá. Nos vamos para el 2016 y después al 2017, por mucho que les siga haciendo concesiones a la desesperada, una actitud que lo debilita en las negociaciones porque se le notan demasiado las ganas.

Ya les quitó las fumigaciones, que es a lo único que le temen los cultivadores de coca; les sirve toda una ministra de Exteriores a la mesa y pone en Defensa a un personaje que no los llamará por su nombre. Ambos, además, de mano endeble.

La incorporación de la Ministra, que se ha caracterizado por avalar los atropellos de Maduro, tiene consecuencias nefastas. Con su sola presencia en Cuba, imprime más valor político a las Farc ante la comunidad internacional, y es un empujón al paso siguiente de retirarlas de las listas de organizaciones terroristas de USA y la Unión Europea.

Recuerdo que en el Caguán a los comandantes les enfermaba que los denomináramos terroristas, no es cuestión menor para ustedes, y un obstáculo para que avance el punto de las víctimas.

Como no dan su brazo a torcer, Santos sigue regalándoles detallitos. Ya no tendrán a nadie en el Ejecutivo ejerciendo el papel de halcón. Adiós a las palabras ‘narcoterroristas’, ‘criminales’ o ‘enemigos’. Ahora serán insurgentes, subversivos, rebeldes o guerrilleros. Y, por supuesto, lo del bombardeo a campamentos y los objetivos de alto valor, que ya apenas existían, tendrán un discreto entierro en cuanto Villegas tome posesión.

El problema para Santos, como bien conoce ‘Timochenko’, no es la tregua, ni siquiera las encuestas, que lo desvelan, sino la terquedad de las Farc. Ni por el chiras aceptan que cometieron crímenes, que son culpables de incontables atrocidades, y sin un reconocimiento expreso de sus infinitas culpas no hay justicia transicional ni firma de paz posible. Santos se tragaría hasta con que ustedes lucharon legítimamente por el pueblo, respaldado por el Fiscal, pero buena parte de sus compatriotas y las leyes internacionales no dejan. De ahí que la agenda esté estancada y Santos, dispuesto a todo para agradar. Solo le quedan los calzones que entregar.

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