Que Tomás Jaramillo denuncie al liquidador del Fondo Premium de Interbolsa es tan absurdo como si los hermanos Rodríguez Orejuela hubieran acusado al Bloque de Búsqueda de la Policía, o tan ilógico como si Luis Suárez demanda a Chiellini porque le dañó la dentadura.
Un reo confeso se erige en supuesto defensor de las víctimas del Fondo Premium, afirmando que en la liquidación está la totalidad del faltante. Ahora resulta que La Picota es un sitio de recogimiento y reflexión donde afloran los escrúpulos hacia el dinero ajeno que Tomás Jaramillo no conoció cuando navegaba en ese mar de 174 millones de dólares que era el Fondo Premium.
Tomás Jaramillo es el verdugo de las 1.260 personas que hoy no tienen el dinero que depositaron en el fondo. Carece de autoridad moral para representar a los damnificados, que de paso no le están pidiendo esa gestión. Por lo demás, fue en la Interbolsa de Tomás Jaramillo donde a los herederos de su tío, el excanciller Luis Fernando Jaramillo, se les quedaron enredados $23.000 millones ($2.460 millones en Premium, $18.000 millones en repos de Fabricato y $2.500 millones en acciones de Interbolsa). Asistimos a espectáculo insólito en que un recluso de La Picota se atreve a atacar a la Superintendencia de Sociedades, la entidad legalmente competente para liquidar el Fondo Premium y la única que ha actuado en defensa de las víctimas de Tomás Jaramillo. En Supersociedades, a diferencia de la Fiscalía, ni el superintendente ni el liquidador son compadres o compinches de ninguno de los abogados que intervienen en el caso Premium.
Tomás Jaramillo en su osadía se atreve a cuestionar los gastos de la liquidación. ¿El que dilapidó miles de millones de pesos que pertenecían a los hoy estafados inversionistas? Estas son las cuentas del dinero de Premium que con la firma de Tomás Jaramillo se le entregó a Alessandro Corridori, dinero que se perdió y nunca fue ni será recuperado: Sep. 30 de 2011 con la firma de Tomás Jaramillo, Valores Incorporados, sociedad de Premium, le hizo un desembolso de $6.200.000.000 a Invertacticas, sociedad de Corridori; Nov. 25 de 2011 con la firma de Tomás Jaramillo, la misma firma hizo un desembolso de $800.000.000 a Invertacticas; Nov. 30 de 2011 con la firma de Tomás Jaramillo, Valores Incorporados hizo otro desembolso de $700.000.000 a Invertacticas.
Los reos y los acusados montan sus ataques como les parezca, ese es el derecho de defensa. Otra cosa es que les hagan eco en los canales públicos. Jaramillo, Juan Carlos Ortiz y Víctor Maldonado han presentado decenas y decenas de tutelas, incidentes, nulidades y recursos contra la liquidación. Quieren dilatarla y enterrarla y le roban tiempo a los funcionarios de Supersociedades que deben resolver los memoriales. Son enemigos de los funcionarios que ya han devuelto fondos a las víctimas. Presentarlos como fiscalizadores autorizados de la liquidación es un engaño a la opinión pública. Son saboteadores de la liquidación. Actúan así porque Supersociedades les quitó todos los bienes que tenían en Colombia. Están enardecidos, furibundos.
¿Quién apoya, acolita y ampara a Tomás Jaramillo? La fiscal Alexandra Ladino, que en carta del 21 de julio de 2015 al superintendente de sociedades, Francisco Reyes Villamizar, cuestionó los “altos costos derivados de los gastos administrativos y honorarios que ha generado la intervención y ahora liquidación, en detrimento de las propias víctimas” y además pidió acabar con la liquidación (“agradecería se estudien fórmulas que conlleven la pronta terminación del proceso liquidatorio”). Cuando la autoridad patrocina, defiende y apadrina a los culpables y coincide con ellos, manda la delincuencia.
Perdón Don Tomás si le incomoda este comentario. Cuando usted diga, Don Tomás, estaré dispuesto a retractarme. La emisora de los inocentes está a su disposición y a disposición también de la doctora Ladino para que denuncien cuando lo consideren conveniente al gran derrochador Alejandro Revollo. Hasta que lo veamos en La Picota y sea usted, Don Tomás, quien salga a manejar de nuevo el Fondo Premium. Toda nuestra solidaridad y gracias por su tiempo.
