Tumaco

“No están haciendo ninguna recuperación del ecosistema en Tumaco. Esa es la peor mentira que se le está diciendo al país. No sé el ministro de Medio Ambiente de dónde saca la cifra de que se recuperará en 15 años. Cómo puede decir eso si ni siquiera sabemos lo que teníamos. Esa es una de las zonas más inexploradas de Colombia, nadie sabe qué flora, qué fauna, ni qué microorganismos hay”.

La afirmación es de Gonzalo Andrade, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional y presidente del comité suramericano de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Acusa, no a este gobierno sino a todos los que lo han precedido, de ignorar los asuntos medioambientales y de despreciar las investigaciones para determinar cuál es la riqueza del ecosistema en esa región de Colombia. Hay unas labores importantes de limpieza de las aguas contaminadas, pero salvo eso, no está pasando nada más.

El ataque terrorista de las Farc contra el oleoducto Transandino ocurrió el 21 de junio pasado y el cálculo de Ecopetrol es que cayeron a las aguas unos 10.000 barriles de crudo. Tres ríos fueron envenenados, entre ellos el Mira, donde está la bocatoma del acueducto que abastece a una población que pasa de los 200 mil habitantes.

La gente está sufriendo porque se quedó sin agua y ante el desespero, está abriendo pozos para abastecerse del líquido y poder sobrevivir. El asunto de los pozos no es nuevo. Cuando uno recorre los barrios de Tumaco los ve muy seguido, porque agua, tal y como lo ordena la ley en términos de cobertura, continuidad, calidad y cantidad, no recibe el puerto hace decenas de años.

Verónica Manzi, ingeniera sanitaria, profesora de la Universidad Autónoma de Occidente, es solidaria con la emergencia pero advierte dos cosas: una, que es muy posible que el agua que extraigan no esté libre de contaminación microbiológica y eso producirá, si la gente la está consumiendo, un alto riesgo sanitario que afectará la salud pública. Y dos, “cuando se succiona y se saca más de lo que se está recargando, se rompe el equilibrio de los acuíferos que se recargan con el agua lluvia”.

Pero en Tumaco no está lloviendo, se está agotando el agua con los pozos, se está bajando el agua del acuífero libre y lo que pasará es que se contaminará con el agua del mar, y ya no saldrá agua dulce. “Descontaminar el agua marina que entró al acuífero tardará años, nadie lo sabe con certeza. Lo ideal es excavar pozos a una profundidad mayor para no generar esa afectación”, advierte Manzi.

El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, me dijo que no conoce la problemática de los pozos que me advirtió la ingeniera Manzi, pero aseguró que el plan de contingencia sí funcionó. También dio como un hecho el funcionamiento esta semana del acueducto, gracias a que las Fuerzas Armadas lograron limpiar la bocatoma, y varios análisis del agua concluyeron que está en buenas condiciones para su consumo. Algunos sectores del puerto se abastecerán con agua potable cada dos días durante 24 horas.

A las Farc no tengo nada que decirles. Sé que su talante terrorista, su torpeza, su ceguera, cinismo e ignorancia son parte de su esencia y que están frescas porque no hay un solo proceso en la Fiscalía contra ellas por delitos contra el medio ambiente. Del Gobierno, reconozco la honradez con la que trabaja el ministro Henao y admiro los esfuerzos que han hecho las Fuerzas Militares. Pero igual que el profesor Andrade, al ministro Vallejo sí le pido que deje de cañar. No hable de reparar lo que ni siquiera conoce.

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