Un flash del posconflicto

El Presidente Santos se jacta de que estamos entrando en el posconflicto y que la era de éste será un periodo pleno de felicidad para Colombia. Dudo de la veracidad de ambas aseveraciones. En primer lugar las Farc son reiterativas prácticamente que a diario, en demostrar que no tienen ningún interés en el logro de la paz. En segundo lugar, de lograr Santos que las Farc le firmen cualquier papel para colmar su ego infinito, esto no sería para nada comprobación de que el tal posconflicto como diría el Presidente Santos existe, sino todo lo contrario, la doctrina y la historia demuestran que una paz mal lograda solamente significa la perduración de la guerra.

La entrega ideológica del Presidente Santos a los dictados del Foro de Sao Paulo, lo llevó por las directrices de su hermano Enrique a cometer la falacia de “reconocer” la existencia de un conflicto armado interno, con ello lo que hizo fue darle rango de combatientes a unos vulgares narcoterroristas y criminales de lesa humanidad. Consecuencia de ello es la vergonzante equiparación que el gobierno hace entre honorables militares y los capos de las Farc.

La capitulación del gobierno ante las Farc en La Habana es total. Los narcoterroristas sabiendo del exacerbado interés de Santos en la firma del acuerdo, suben constantemente las apuestas, habiendo llegado hasta ahora a en la práctica constituir los diálogos en una Constituyente de facto, en donde se están poniendo las bases del régimen de socialismo del Siglo XXI que es la pretensión final de las Farc, a la cual Juan Manuel Santos ha accedido.

El futuro tenebroso de una Colombia dominada por el Foro de Sao Paulo lo vemos apenas al lado en Venezuela, en donde un régimen corrupto, narcotraficante y totalitario, como lo sería uno de las Farc, ha llevado a Venezuela a ser un Estado fallido, como casi lo llegaba a ser Colombia a principios de este siglo.

Muchos enceguecidos por la pasión o por la estupidez señalan un imposible que ese estado de cosas se llegue a establecer en nuestra amada Colombia. Allí está el problema, si no se reconoce la existencia del mismo no se le puede al menos buscarle solución. Como refutación de esa imposibilidad tenemos un flash de ese catastrófico futuro en los acontecimientos de esta semana: 4 militares secuestrados, entre ellos un General, una abogada igualmente secuestrada, 3 niños secuestrados en el Cauca, varios soldados muertos, decenas de civiles y militares heridos, ataques terroristas a poblaciones civiles y a la infraestructura de desarrollo del país, caos ambiental causado por las Farc en el Putumayo.

Todo esto lo ve normal Juan Manuel Santos, para quienes hay víctimas de primera, segunda y hasta quinta categoría. En su afán de congraciarse con los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad, les permite todo y si no hubiese sido por una fuerte reacción del alto mando militar hubiese callado ante el secuestro del General, y aún con esa presión militar las Farc se han dado el lujo de regañar a Santos en un comunicado público de Timochenko, imponer sus términos y a dos semanas del acontecimiento aún no han regresado a los secuestrados del Chocó, que tal!.

En estos días hemos visto pues un flash de lo que viviremos en un régimen impuesto por el Foro de Sao Paulo, el cual utilizando la estrategia ya probada triunfal para ellos en muchos países, utilizando la vía democrática, engañando al pueblo con un candidato presentable toma el poder y a partir de allí instalarán la dictadura en la que el poder total lo detentará las Farc, es un flash del anhelado posconflicto de Santos, pero es en realidad la perpetuación de la violencia por medio de un régimen totalitario. Estamos a tiempo de impedirlo, pero para ello las élites colombianas deben percatarse del peligro y no seguir como focas siendo capaces de absolver todas las embarradas criminales de este gobierno.

@alopeznunez

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