Vamos para Venezuela

No propiamente estamos preparando un paseo al hermano país. Digo hermano con todo el cariño, así lo siento, un hermano ahora descarriado, arruinado, desorientado, enloquecido y muchas cosas más por los pésimos gobiernos de los últimos años.

Un gobierno que ha repartido a manos llenas sus recursos, que eran muchos, para conseguir el apoyo de sus amigos de la izquierda internacional. No le importa, a ese gobierno, el empobrecimiento de su propio pueblo con tal de recibir ese necesario apoyo para mantenerse en el poder. La inseguridad se ha apoderado de las calles de las principales ciudades y de los campos de Venezuela. El desabastecimiento de los mercados ha sido la consecuencia lógica del empobrecimiento, de la inseguridad, de un mal gobierno. Los paros, la ocupación de las calles para protestar y manifestar el inconformismo son frecuentes. Todo esto, por culpa de un mal gobierno.

A lo anterior, hay que agregarle que el mandato se sostiene apoyado en unas elecciones dudosas. Fueron avaladas por la comisión de la OEA, también en forma dudosa y, ese gobierno, se sostiene apoyado en el argumento del respeto a la democracia, ya que tal mandato fue otorgado por unas elecciones aunque estas hayan dejado dudas, como si la democracia fuera solamente que el pueblo pueda votar. La democracia es algo más grande que un simple debate electoral.

De elecciones dudosas también estamos contaminados. Tarjetones en el sur del país sin el logo del Centro Democrático. Tarjetones didácticos donde no se podía señalar el Centro Democrático porque no estaban en esos documentos para enseñar a votar. Un Consejo Electoral que no permitió la identificación de la persona o el apellido cuando sí lo había hecho antes. Unas actas con votos del Centro Democrático que no fueron transcritas con esos votos. Unas inscripciones de listas que, según entiendo, no fueron admitidas.

Desde cuando yo estoy en la política, que ya son muchos años, oigo hablar de la tendencia cuando se mantiene una ventaja hasta un cincuenta por ciento, o algo menos, en el conteo de los votos. Ahora se rompió esa tendencia, o mejor, se oscureció esa tendencia. Hasta casi el noventa por ciento del escrutinio, o preescrutinio, se mantuvo la ventaja del Centro Democrático, hubo un casual apagón en la costa Caribe y llegó la claridad con ventaja del partido del presidente Santos o ¿sería un milagro?

Cómo sería el fraude que comentaristas de izquierda, de derecha, sin partido, antiuribistas, han hablado de la posibilidad de que esto haya ocurrido.

Salud Hernández Mora titula su artículo del domingo en El Tiempo "Sí hubo fraude", así, en forma categórica, afirma que se presentó un fraude, vergüenza para la democracia.

Transcribo apenas un corto fragmento del artículo de Salud. Parte del primer párrafo: "Claro que hubo fraude. Señor presidente. Lo del domingo pasado fue una vulgaridad, un atraco a la democracia, la entronización de la corrupción".

Así empezó Venezuela, y para allá vamos, con fraude, con inseguridad en las calles de las ciudades y en el campo, con corrupción, la mermelada para buscar apoyo internacional (aquí fue para comprar conciencias de los políticos), protestas de los gremios de la producción, manifestaciones de inconformidad y muchas cosas más.

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