Es increíble que un país tan pequeño y casi insignificante como Cuba, dicte las directrices y la agenda política, social, económica e ideológica de Venezuela desde La Habana, eso ocurre por obra y gracia del difunto Presidente Hugo Chavez que por hacerle desplantes al “imperio” entregó la tierra de Bolívar al peor criminal que ha conocido Latinoamérica en los dos últimos siglos, el sátrapa de Fidel Castro, quien funge como un emperadorcito a pesar de su avanzada edad, pero con las grandes movilizaciones de masas en estos días, se demuestra que los venezolanos quieren liberarse de la opresión neocomunista que impulsa el Socialismo del Siglo XXl, que quiere llevar a toda la región al castrochavismo.

La liberación del colonialismo cubano por parte de Venezuela, es una cuestión de dignidad, y eso es lo que se ha visto en las protestas que a lo largo y ancho del país se han realizado por 14 días, contando además con la solidaridad en otras partes del mundo, porque si el chavismo en su desesperación pretende radicalizar la “revolución” o sea realizar un genocidio similar al que hizo la camarilla comunista china en 1989 en la plaza de Tian An Men, también serán responsables los gobiernos democráticos Latinoamericanos que han dejado solo al valiente pueblo venezolano, por miedo a los alaridos e insultos de la bestia de Maduro.

Por eso hay que recoger la experiencia del pueblo ucraniano en Europa que durante 4 meses de resistencia, logro expulsar del poder al Presidente proruso Yanukovich que quería poner a esa nación de rodillas ante Moscú, pero el carácter egregio de los ucranianos dio al traste con esas intenciones neocoloniales que impulsa Vladimir Putin, de la misma manera en Venezuela llego la hora de sacar al colonialismo cubano que está entrometido  en todas las esferas del país, especialmente en la inteligencia militar para llevar a ese nación a un Estado policial, en donde el régimen asume todos los poderes sobre las personas quitándole los derechos individuales, para perpetuar al chavismo en la burocracia bajo la égida de La Habana.

Aunque Maduro ha llamado a instalar una  conferencia de paz con todas las fuerzas políticas, por las múltiples protestas, lo más importante para el pueblo venezolano es quitarse el lastre castrochavista de encima, sin embargo se deben acumular fuerzas para ese objetivo y en un eventual diálogo con el régimen, hay que exigir el retiro de todos los asesores cubanos, la libertad para los presos políticos comenzando por Leopoldo López, el regreso de los refugiados sin  ninguna condición por parte del gobierno, la libertad de prensa exigiendo el retorno de RCTV a la programación habitual venezolana, también se debe de desmontar a las bandas paramilitares chavistas que masacran a la ciudadanía, además  hay que expulsar a los grupos irregulares terroristas como las Farc y el Eln, que contribuyen a amedrantar la población, por otra parte deben de cesar los regalos de petróleo a los países del ALBA y hay que devolver las tierras y empresas que fueron expropiadas por régimen a sus antiguos dueños ya que esto ha ocasionado el desabastecimiento, entonces el diálogo no debe servir para que el castrochavismo gane tiempo, sino para exigirle al gobierno unos puntos que devuelvan en parte la soberanía que se ha perdido frente al despotismo de los Castro.

Venezuela debe de ser libre de la influencia cubana, y eso ha sido la premisa en las protestas, en donde los estudiantes con la oposición, han sabido dar una gran lección de lucha, evitando que las intenciones totalitarias del castrochavismo se materialicen, por eso es lamentable el papel del gobierno colombiano que mide sus actos y palabras por pánico a Maduro, pues se atemoriza ante la terminación del sainete en Cuba, que lo dejaría sin la única carta para la reelección, así que esta es la oportunidad de oro para qué Venezuela se libere del colonialismo isleño y Colombia rompa con el chantaje narcoterrorista de las Farc, ya que las desventuras de las dos naciones hermanas son orquestadas por la camarilla comunista desde La Habana.