¿Víctimas? o ¡victimarios!

La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), rechaza categóricamente los recientes pronunciamientos de la organización narcoterrorista Farc, los de unos falsos voceros de supuestas víctimas del conflicto armado y de algunos organismos nacionales e internacionales, con los cuales se ofende en materia grave a las Fuerzas Armadas de la República, y se insiste en acusar y hacer responsable al Estado Colombiano, por infundados hechos criminales no comprobados, los cuales se les atribuye sin verdad jurídica a miembros de la Fuerza Pública.

Falaz y cínica pretensión de auto calificación para eludir  responsabilidad y un justo y necesario castigo. Miles de víctimas causadas por las Farc durante sus cincuenta años de existencia, exigen justicia, verdad, reparación y no repetición.

Las Naciones Unidas (ONU) y la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) con sus recientes declaraciones, tercian abiertamente en favor de las victimas bajo responsabilidad exclusiva del Estado. Invisibilizan al máximo las causadas por la organización terrorista. Fabricio Hochschild, representante legal de la ONU en Colombia, entre otras graves afirmaciones, insiste en colocar en pie de igualdad, a los miembros de la Fuerza Pública con los terroristas de las Farc. En otros términos, para este funcionario, militares y policías, son también terroristas al servicio del Estado Colombiano.

Este dieciséis de marzo viajarán a la ciudad de la Habana las primeras doce victimas de sesenta que serán seleccionadas, para exponer ante los negociadores del gobierno y del grupo narcoterrorista Farc sus respectivas demandas por los daños sufridos como consecuencia del conflicto armado que ha vivido el país en los últimos años. Para este propósito, la Mesa de Negociaciones habilitada en la Habana, pacto varias normas de obligante cumplimiento, que  serán aplicadas para desarrollar uno de los puntos de la agenda acordada para la terminación del conflicto armado y que tienen que ver principalmente con la identificación y manejo de las víctimas causadas dentro de este conflicto.

Esta normatividad en términos generales, hace relación con temas a tratar respecto a violaciones de los derechos humanos y al DIH (derechos de guerra)  y con la forma como serán representadas las víctimas directas en cuanto a regiones donde se sucedieron los hechos y otros conceptos atinentes a equidad, pluralismo e igualdad. Para la selección y manejo de las víctimas que formularan sus respectivos reclamos en la citada Mesa de Negociaciones, fueron designadas la Universidad Nacional de Colombia, las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal. Dentro de este compromiso la Conferencia Episcopal ha estado algo ausente dejando en manos de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas el liderazgo y la programación de distintos eventos que se han venido realizando a través de foros regionales en las ciudades de Villavicencio, Barrancabermeja, Barranquilla y Cali.

En el último foro realizado en la ciudad de Cali se contó con una significativa participación de víctimas de distintos sectores, la gran mayoría liderados políticamente por la extrema izquierda radical de este país y otros por ACORE y algunas asociaciones que se hicieron presentes como víctimas del grupo narcoterrorista Farc. La extrema izquierda radical a través de dirigentes políticos ampliamente reconocidos, pertenecientes al Partido Comunista Colombiano, al Partido Comunista Clandestino (PC3), a la Unión Patriótica y a la Marcha Patriótica, con la ayuda evidente de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas, realizaron una gran campaña propagandista y de visibilizacion de muchas personas que presentaron públicamente como víctimas del Estado Colombiano, señalando a miembros de la fuerza pública y también a los paramilitares como sus directos responsables.

ACORE desde un comienzo, en coordinación con el Comando General de las Fuerzas Militares y con la participación de otras asociaciones de víctimas de las Farc, se hizo presente en varios eventos preparatorios  en la ciudad de Bogotá, con el fin de ubicar y comprometer a diferentes víctimas (civiles, militares y policías) que fueron identificadas, lográndose al final de los eventos programados, una importante presencia en las distintas mesas de trabajo que fueron organizadas para recoger las ponencias y distintas demandas para su posterior remisión a la Mesa de Negociaciones en la Habana.

Como se previó desde el primer momento, en el desarrollo de este proceso, se presentaron serias anomalías por parte de los representantes de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas, que desde un principio hicieron notoria su posición bastante sesgada en favor de aquellas víctimas que señalaron como únicos responsables a agentes del Estado.

En el caso particular de las Naciones Unidas, se hizo notorio su interés por respaldar y favorecer algunas posiciones hechas públicas por las Farc, cuando su representante legal en Colombia, categóricamente ha venido afirmando: “….las personas uniformadas de la Fuerza Pública, son iguales a las uniformadas pertenecientes a la Farc”. Tal despropósito y ofensiva comparación, ha generado indignación en distintos sectores sociales y ya hay muchas voces que reclaman su relevo inmediato de este organismo y salida del territorio nacional.

Dentro de esta misma estrategia, algunos dirigentes políticos de la extrema izquierda, tal como se dijo en un principio, participaron activamente en continuas actividades de proselitismo con discursos intimidatorios para tratar de influir en muchas de las víctimas de las Farc, a fin de que se abstuvieran de presentar sus reclamaciones. En algunos casos lo consiguieron.

Los pronunciamientos realizados por los dirigentes de las Farc, en los cuales afirmaban categóricamente que bajo ninguna circunstancia se harían responsables de cualquier hecho que se les sindicara, que su actuación dentro del conflicto armado siempre fue en condición de víctimas y no de victimarios, y que por tanto, no habría arrepentimiento alguno, se constituyó en una constante durante todo el tiempo en que se desarrollaron los diferentes foros.

Para el caso de militares y policías que quisieran reclamar por cualquier caso de secuestro, cínicamente anunciaron que no serían aceptados, ya que su condición era o fue de “retenidos” o de “prisioneros de guerra”, dadas las circunstancias del conflicto armado existente, el cual fue reconocido oficial e internacionalmente por el propio gobierno nacional.

Sobre las múltiples quejas formuladas en relación con este proceso, y que en su debido momento fueron denunciadas por ACORE a los organizadores del evento y a través de diferentes medios de comunicación, salvo la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, ninguna otra entidad gubernamental, formulo reparos o cuestionamiento alguno. Tampoco lo hizo la Conferencia Episcopal. La Defensoría del Pueblo opto por retirarse del foro que se desarrolló en la ciudad de Cali, anunciando que con su presencia en tal evento, se estaría avalando o patrocinando el sesgo político y las irregularidades que se estaban presentando.

Coletilla

Los recientes pronunciamientos del señor Presidente de la República en relación con el proceso de negociación que se adelanta para la terminación del conflicto armado con el grupo narcoterrorista Farc, crean grandes expectativas y se constituyen en un gran compromiso, por cuanto por primera vez y en forma pública, ha hecho las siguientes afirmaciones:

– La demencial y agresiva escalada terrorista está poniendo en peligro su continuidad:…. “se está jugando con candela y este proceso puede terminar”. “La paciencia de los colombianos y de la comunidad internacional, no es infinita”.

– Para claridad de todos los colombianos no habrá “dejación” sino “entrega” de armas como garantía de no repetición. (Discurso Escuela Militar de Cadetes en ceremonia reciente de ascenso a subtenientes)

Señor Presidente: total respaldo a sus afirmaciones, y nosotros desde la reserva activa, avalamos estos enérgicos pronunciamientos realizados en diferentes actos públicos de especial relevancia, como un gran compromiso para con el pueblo colombiano, frente al tan cuestionado  proceso que usted ha venido liderando. ¡Firme Señor Presidente!

Brigadier General (r.) Jaime Ruiz Barrera

Presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore).

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar