Ya empezó

El gobernador quiere acabar con todo lo positivo que viene del gobierno anterior. Eso es lo normal en el nuevo gobernante, así lo hizo cuando recibió la Alcaldía.

No quiere el túnel del Boquerón del Toyo. Asumió la Gobernación y lo primero que hizo fue anunciar que el departamento no daría los recursos ya comprometidos para iniciar la obra. Está suspendida y Antioquia, el departamento que él juró defender y administrar para el bien de la comunidad, no tendrá túnel, no tendrá carretera que la comunique de manera ágil y rápida con el puerto sobre el Caribe y posiblemente tendrá unos puertos hechos por el sector privado sin ningún uso en perjuicio para el departamento, el país y la industria antioqueña. Antioquia seguirá camino al atraso, no tiene carreteras, el gobernador no las quiere, no tiene una buena estructura de comunicaciones, el gobernador prefiere el aislamiento, está muy mal en el tema de la educación, el gobernador prefiere la ignorancia de la juventud.

Ahora anuncia que los parques educativos no los quiere. Ya devolvió a los educadores a los colegios de donde provenían, ya anunció que los dedicará a otros menesteres distintos a la educación y a ser un centro de cultura y arte para la comunidad. Los parques educativos ya estaban funcionando en su gran mayoría, habían sido aceptados por los ciudadanos, los reclamaban los municipios a donde no habían llegado, fueron una buena idea aunque en un principio yo no lo entendía así. Al gobernador actual no le interesa lo bueno que venga de otras administraciones.

En Medellín, acabó con el Instituto Mi Río, que evitó las inundaciones que se presentaban en los inviernos intensos, una entidad que daba empleo a quienes no lo habían podido conseguir, que ayudó a tantas familias a sobrevivir en épocas de crisis.

Acabó con el sistema de valorización, que permitió el crecimiento organizado de Medellín. Acabó con el programa de Bazares, que sirvió para darles un local digno y con todos los servicios a quienes conseguían el sustento vendiendo en las calles de Medellín al sol y al agua. Ahora en la ciudad no se puede caminar por los andenes ni transitar por muchas vías, la aglomeración de venteros no lo permite.

Está siguiendo el camino trazado por Juanpa (como le gusta que le digamos), (ya descansaron mis lectores de la repetidera). Este señor, que salía en primera línea en las fotos cuando se tenía un triunfo contra las Farc, no tardó en mostrar que todo fue contra su voluntad. Empezó la traición abrazándose con Chávez, siguió con la prohibición de los bombardeos que les evitaban cuidar los cultivos y la producción de droga en los laboratorios contaminantes de los ríos. No contento con darles las ventajas y facilidades para envenenar a la juventud, prohibió las aspersiones con glifosato. Hoy debe estar feliz porque los cultivos ilícitos llegaron a 159.000 hectáreas y, con su política de entrega, pueden aumentar. El Ejército que él manejó por orden de su patrón, un verdadero mandatario, está debilitado y como actor de brazos caídos, no puede actuar.

Pobre país y departamento. ¿Quién nos podrá salvar? Hay que marchar el 2 de abril.

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