En las 89.389 mesas de votación, incluidas las 1.890 en el exterior, que habilitó la Registraduría Nacional, los colombianos le dijeron no más al Presidente candidato Juan Manuel Santos, y ratificaron una vez más al Centro Democrático como la primera fuerza política del país.
Colombia quiere que Oscar Iván Zuluaga lleve el timón de la nación; lo ha expresado el pueblo colombiano en los resultados de estas últimas elecciones. A pesar de todas las estratagemas y expertos internacionales en guerra sucia que contrató el santismo, Zuluaga mantuvo su liderato y con ello el pueblo colombiano expresó su profundo rechazo a la ignominiosa forma como se están llevando las riendas del país.
El país no creyó en la falsa polarización que quiso crear Santos afirmando que había que escoger entre la paz y la guerra, cuando la mayor parte de la población entendía y entiende que la paz no significa necesariamente impunidad y desgobierno.
El candidato Zuluaga venció a una combinación de maquinarias enmermeladas, a una justicia parcializada, y a una campaña de guerra sucia nunca antes vista en Colombia.
Se ha ratificado una vez más como las tesis uribistas con las cuales se identifica el candidato Zuluaga aun calan hondo entre el pueblo colombiano.
Curiosamente el Presidente candidato Santos sólo ganó en las regiones donde mayores irregularidades se presentaron en los pasados comicios a Congreso. Santos únicamente gana donde hubo mayores denuncias de compras de voto y votaciones atípicas como las de “Ñoño Elías” y Musa Besaile. Así como en el sur del país donde se presentaron los mayores fenómenos de trashumancia electoral y denuncias de amenazas y presión de las Farc para votar por el Presidente candidato como efectivamente sucedió en Putumayo Vaupés, Guainía y Amazonas.
Cabe preguntar cuánto dinero del erario público, dinero del bolsillo de todos los colombianos, dilapidó el Presidente- candidato en su campaña, aceitando maquinarias y comprando conciencias regionales. Así como el atípico y elevado número de votos nulos, fenómeno que no se había visto y menos en ciudades como la capital colombiana; habrá que investigar si hubo alguna irregularidad al respecto.
Por otra parte, de todas partes del país llegaron fotografías de mesas de votación junto a propaganda electoral de Santos, y personas evidenciaron y denunciaron en emisoras nacionales como la Wradio que tristemente hubo proselitismo político prosantista hasta el último minuto de votación en la mayoría de consulados de Estados Unidos.
Aun así el Presidente candidato Santos no pudo. No valió de nada el espurio montaje urdido por el santismo, aprobado por una Fiscalía General politizada, y engrandecido por una prensa nacional que en su mayoría se alineó con el Presidente candidato autocensurándose o sesgando debates como pudo evidenciarlo horrorizado el pueblo colombiano leyendo al sobrino del Presidente en la revista Semana, o escuchando al sesgado pseudo periodista Darío Arizmendi, o viendo al parcializado Luis Carlos Vélez amañando debates en televisión nacional.
Falta ver como proseguirá la guerra sucia esta semana contra el candidato Zuluaga. Qué más se inventará y a qué atroces medios se recurrirá para mantener un gobierno ilegitimo que ha perdido toda credibilidad. Colombia ha recuperado el mandato que el Presidente candidato Santos había pérfidamente usurpado.
MIGUEL ÁNGEL BARRANTES
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