Grupo de jóvenes científicos que se propuso viralizar la biodiversidad

n grupo de 23 estudiantes y egresados colombianos de diferentes carreras y universidades le apostó a promover la divulgación científica de las riquezas naturales del país y a profundizar en problemáticas ambientales actuales a través de las redes sociales. De esta forma aspira contribuir a que los colombianos conozcan y se apropien de lo que sucede en su territorio.

Las biólogas Paula Erazo y Juliana Santanilla se conocieron en la clase de periodismo científico de la Universidad Javeriana. Allí coincidieron por su interés en la divulgación científica y cimentaron las bases de Ciencia Tropical, un grupo interuniversitario de 23 jóvenes apasionados por la ciencia que llegan con sus contenidos a más de 6.500 personas en las redes sociales.

“Nos dimos cuenta que en la universidad no había ninguna iniciativa de divulgación científica de los estudiantes”, recuerda Erazo, quien junto a Santanilla empezó a planear e imaginar la mejor manera de promover discusiones sobre ciencia. Encontraron apoyo en el equipo de trabajo de la revista Pesquisa. “Nos enseñaron sobre temas que como biólogas desconocíamos, por ejemplo, hacer videos y temas editoriales”, cuenta Santanilla.

En agosto del 2019 empezaron el camino de la divulgación bajo el nombre de Ciencia Tropical. “Al principio las dos hacíamos de todo, desde la investigación, los diseños hasta los videos”, explica Santanilla. Pero a medida que pasaron los meses y después de abrir una convocatoria en medio de la pandemia, el grupo creció a 23 personas. Son estudiantes y egresados de las universidades Distrital, la Tadeo, los Andes y la Javeriana, entre los cuales hay biólogos, ecólogos, artistas y realizadores audiovisuales. “Tenemos comités de investigación, editoriales, audiovisuales y de ilustración con los que mes a mes planeamos los contenidos”, detalla Erazo.

Los temas surgen luego de una lluvia de ideas donde eligen una especie, grupo taxonómico o ecosistema que relacionan con la coyuntura del país. “Hemos tocado varias problemáticas ambientales como el glifosato o la deforestación, problemas muy grandes de los cuales surgen otros como los cultivos ilícitos, la conservación de especies, la pérdida de flora, entre otros”, comenta Erazo.

Santanilla destaca a las especies invasoras como otro tema fundamental para el proyecto. “Es un problema que las personas no conocen muy bien, por ejemplo, ahí están los hipopótamos traídos por Pablo Escobar, incluso la invasión de perros y gatos”, cuenta la bióloga y advierte que es un fenómeno que genera muchas discusiones y sobre el cual hay diferentes posiciones.
El amor por la ciencia reunió a 23 jóvenes que en medio de sus obligaciones académicas y laborales decidieron apostarle a Ciencia Tropical.
El amor por la ciencia reunió a 23 jóvenes que en medio de sus obligaciones académicas y laborales decidieron apostarle a Ciencia Tropical. – Foto: Cortesía Ciencia Tropical

El proyecto ha tenido repercusión en ambientes educativos, incluso han sido invitados a realizar talleres en colegios. Uno de los que más recuerdan es el de ecosistemas marinos para el colegio La Colina. “Fue increíble ver la reacción de los niños y todo lo que conocían. Se mostraron realmente preocupados por lo que pasa”, señala Erazo con emoción. Santanilla, por su parte, recuerda con entusiasmo los mensajes que con frecuencia reciben de profesores que utilizan las infografías de Ciencia Tropical en sus clases.

“En este país falta mucho en temas de divulgación”, afirma Erazo, y agrega que esa es una de las razones por las cuales los colombianos no se apropian de la biodiversidad del país. “Mucha gente no sabe lo que tenemos en Colombia y lo estamos perdiendo, entonces la idea es llegar a más personas a través de Ciencia Tropical”.

Por el momento, los “tropicaleros” trabajan en dar a conocer la biodiversidad, reflexionar sobre las amenazas que enfrenta y generar opiniones informadas sobre las coyunturas socioambientales que enfrenta Colombia, esperando que a futuro puedan llegar a otros espacios educativos como colegios y fundaciones, así como impulsar el desarrollo de productos ilustrativos que vuelvan viral la biodiversidad del país.

Tomado de Revista Semana

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