Se requieren 7 billones de pesos para electrificar a Colombia

Pese a que la cobertura del servicio es alta (97%), falta 53% del área nacional por tener electricidad.

a conectividad eléctrica del país supera el 96% y durante los últimos años se ha trabajado por mejorar esta cifra con el fin de lograr que a 2030 toda la población tenga este servicio público. Sin embargo, uno de los retos con este objetivo es que el restante 3% de personas que no están conectadas (cerca de 460.000 familias) están dispersas en 53% del territorio nacional.

Por esto una de las estrategias que ha tenido el país es contar con un instituto dedicado a la electrificación. En 1946 nació Electroaguas y tras una serie de cambios llegó en 1999 a su identidad actual: Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas (Ipse). Esta entidad ha conectado a más de 240.000 familias y uno de los retos que tiene es conectar a las más de 460.000 familias que aún no cuentan con el servicio.

En el marco de este objetivo, así como la transición energética, el Ministerio de Minas y Energía, en cabeza de Irene Vélez, posesionó a Javier Campillo para liderar este trabajo.
Al respecto, el director del Ipse explicó que uno de los grandes retos están relacionados con el cabio hacia tecnologías de generación más limpia. En la actualidad, el 86% de la energía que se consume en las Zonas No Interconectadas (ZNI) se produce gracias a plantas de generación que usan diésel.

“Eso tiene un montón de retos, tiene desafíos ambientales asociados a las emisiones y también hay unos retos económicos importantes, porque llegar a las zonas interconectadas es muy complejo, eso implica que el hay lugares en los que el costo del combustible supera los 150% del costo del galón”, señaló Campillo.

Como solución a esto, la entidad está trabajando en la creación de soluciones fotovoltaicas, de biomasa, pequeñas centrales hidroeléctricas e incluso residuos sólidos urbanos.

Estas representas 14% de la generación total, es decir, 44,8 megavatios de los 309,4 megavatios totales que hay instalados.

El próximo año, el Ipse tendrá una asignación presupuestal de $100.000 millones, una considerable reducción frente a los $200.000 millones que le fueron asignados en 2022. Sin embargo, Campillo destaca que en años anteriores, la asignación solía estar por debajo de $50.000 millones.

Aún así, explicó que uno de las capacidades de la institución es atraer y dirigir inversión tanto de cooperación internacional, como de otras entidades de gobierno, regalías y gobiernos locales.

“Conocemos la cobertura, conocemos cuáles son las necesidades; entonces nosotros estructuramos los proyectos para acceder a los recursos. En ese sentido pues sí tenemos la flexibilidad para manejar recursos de otras fuentes”, aseguró Campillo.

De acuerdo con el Plan Indicativo de Expansión de Cobertura de Energía Eléctrica (PIEC) 2019-2023, de la Unidad de Planeación Minero Energética, para lograr el Objetivo de Desarrollo (“garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna”), se requiere una inversión cercana a los $7 billones. Por esto mismo, la gestión de recursos desde otros fondos resulta fundamental para electrificar las zonas apartadas. Si bien este es uno de los retos que plantea para su administración, Campillo también señala que uno de los objetivos es crear las ‘Comunidades Energéticas’. Esto se trata de un concepto de generación a pequeña escala y distribuida que conecte no solo a un hogar sino que se extienda incluso a algunos cientos de familias.

Estas tendrían también la eventual capacidad de unirse al SIN, con lo que podrían en el futuro incluso generar energía para entregar al Sistema.

En términos regulatorios esto significa retos, dado que actualmente el SIN está administrado por XM, mientras que las ZNI están administradas por el Centro Nacional de Monitoreo, con lo que una comunidad híbrida (conectada al SIN pero con capacidad de autoabastecerse en caso de quedar aislada) requeriría condiciones especiales. El Ipse ya está trabajando con la Creg para crear un modelo regulatorio mixto que contemple estas particularidades.

Ahora, Ipse trabaja en conectar a más de 60.000 familias. A estos hogares y a los restantes por conectar Campillo explica que no solo llegarán con las soluciones sino también con proyectos productivos.

/Tomado de Portafolio escrito por Daniela Morales

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