CAMBIO URGENTE Y NECESARIO

Uno de los problemas más serios que se nos presenta a los articulistas frecuentes, es evitar la repetición innecesaria de las realidades objeto de los comentarios. Los lectores pueden pensar que exageramos, que ponemos demasiados acentos personales a las opiniones y que, quizás, las situaciones no son tan graves. Sucede con relación a Venezuela. Todos los males que padece están anunciados y denunciados. Ninguno ha sido solucionado ni está en vías de solución. Todo parece agravarse y aparecen dos actitudes contradictorias, en la forma más no en el fondo.

La juventud estudiosa se ha lanzado a las calles en rechazo al régimen actual que gobierna. En poco menos de tres meses han pagado un elevado precio por su decisión. 43 muertos, 2.547 detenciones con decenas de torturas confirmadas y hasta el día de hoy 123 presos sometidos a procesos judiciales. Casi todos son estudiantes universitarios. Han recibido el respaldo de la población general en las principales ciudades del país, pero la represión, la violencia física e institucional del régimen, también se ha multiplicado. Los universitarios siguen en la lucha alternando movimientos tácticos dentro de una estrategia bastante definida, pero el incremento de la presencia militar en su contra genera muchas interrogantes con relación al desenlace.

Estas interrogantes provocan en mucha gente una especie de resignación pesimista. Están contra el régimen. Anhelan un pronto cambio de gobierno. Rechazan el comunismo en cualquiera de sus actuales manifestaciones. Desean un régimen que respete la dignidad de la persona humana, el valor de la libertad, los derechos fundamentales de la familia pero no ven salida inmediata y temen que los muchachos sean acorralados y derrotados, consolidando el ilegítimo mandato de quien hoy ejerce la presidencia. Sienten que ya han dado bastante, que su obligación es cuidar lo poco o mucho que tienen y sobre todo, atender a los hijos y a los negocios y rezar para que en vez de guerra prolongada, como pareciera ser aunque de bajo perfil todavía, se logre una paz estable con justicia y libertad. No es fácil el cuadro.

En nuestra opinión, llegó la hora de unificar el objetivo que no es otro que el cambio de gobierno como primer paso para la sustitución integral del régimen. Arriesgarlo todo y subir la apuesta al máximo. La historia demuestra que para tal fin no es necesaria mucha gente, ni excesos de valor. Hay que saber interpretar el sentimiento nacional en cabeza de personas justas, de esas que por el sólo hecho de estar, le dan trascendencia y seriedad histórica a las acciones a cumplir. Los venezolanos sabemos que nadie hará por nosotros lo que nos corresponde hacer a nosotros mismos. Queremos sí, mucha comprensión por parte de nuestros hermanos del continente.

oalvarezpaz@gmail.com

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