Las señales del síndrome de Bizancio

“Pienso en la ilusión que en un momento dado abrigó Juan Manuel Santos de que en la cumbre de presidentes americanos de Cartagena, en abril de 2012, a la que asistió Obama, su pudiera anunciar ante el mundo que su gobierno había iniciado un proceso para poner fin al conflicto armado más viejo del hemisferio occidental. Hubiera sido ideal, pero con estos tipos no se puede pensar con el deseo.” (Pág. 70)

“¿Santos quiere pasar a la historia como el constructor de la paz en Colombia? Podemos ayudarlo.” –dijo, entre irónico y esperanzado-. (Pág. 72) Palabras de Rodrigo Granda, miembro del Secretariado de las Farc, a Enrique Santos Calderón, hermano del Presidente Santos.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Por Enrique Santos Calderón

Cuando el 29 de mayo de 1453 los turcos invadieron Constantinopla, los monjes de Bizancio discutían cuántos miles de ángeles cabían de pie en la punta de un alfiler. Era ese uno de los ‘debates’ característicos entre la gente culta de la Edad Media. Y solamente los pongo como un ejemplo de que el más excelso razonamiento puede ser puesto al servicio de una causa noble en contravía de las necesidades prácticas. Por esa razón quizá la democracia sea la administración pragmática del síndrome de Bizancio, sin dejar de correr el riesgo que aun lo que se cree que es la mejor decisión debe ser puesta a la inexorable prueba del acierto y el error de la realidad. Eso le está pasando al documento de un excelente razonador como Humberto de la Calle, sazonado con el engaño del robo de un plebiscito, sobre un asunto de trascendencia: la paz.

No sé si lo de Bizancio nos lleve a pensar que durante 50 años hemos visto, oído, experimentado que las Farc son enemigos del estado y la sociedad colombiana; que hoy pretenden ser ‘arcángeles’; que discutamos cuántos guerrilleros se pueden sentar en el congreso, mientras el cebo que se nos arroja es la paz rodeada de los productos del enemigo: la coca; que se ha convertido en un problema social, hasta el punto que en algún momento Carlos Ledher dijera desde la selva en una entrevista: “La cocaína es la bomba atómica de Latinoamérica” y un elemento de corrupción del estado. Todo eso le conviene a la Farc para su discurso político.

Ahora bien, tanto los peces como los humanos conocemos el cebo, la carnada. Como los peces son diferentes a los humanos, no han aprendido y siguen cayendo con pendejaditas de su hermano el hombre, aunque saben eludir a un tiburón. Las citas de Enrique Santos son los ejemplos de dos carnadas: la primera es la propia y compartida con su hermano, la de pensar con el deseo, o la ilusión de sentarse en el trono moral del mundo de ser ‘autores’ de la paz en contravía de conocer lo que las Farc son; y aun así, creerles. Cuando se nos presenta ese dilema la tentación es esconder la basura debajo del tapete. Pues uno no puede REALMENTE CREER sino en lo que vive y lo que hemos vivido con las Farc no las hace creíbles; por lo que su realidad no es lo que nos imaginamos, estudiamos, o discutimos. Por eso la cita de Orwell al final de este escrito que no cae en la trampa de la pos verdad. Pero lo imperdonable es que sabiendo todos poner carnadas, no podamos discernir cuando nos las ponen. Quizá sea porque en los círculos académicos no existe una bibliografía sobre la astucia, malicia indígena, de la que sí saben las Farc, y que está ausente del discernimiento oficial del gobierno.

La segunda carnada se la describe directamente Rodrigo Granda a Enrique Santos quien se la tragó totalmente, como hacen los pescaditos; la escribió, y no tuvo discernimiento porque la interpretó como ironía y esperanza. Su propia ideología de izquierda caviar se lo impidió. ¿Será que habrá un misericordioso pescador que lo libre del dolor del anzuelo enterrado?

Pero no nos creamos más inteligentes. Hay otra carnada lanzada que se tragan las redes: El trino de las Farc que logró posicionarse como tendencia en la pesca de incautos: “X Conferencia ¡Por la reconciliación nacional, la paz con justicia social y democracia avanzada! Feliz miércoles.”

Además de lo anterior, vino otra ADVERTENCIA PÚBLICA Y DESCARADA del ‘pacifista’ Carlos Lozada publicada por la redacción de BLU radio: Farc "quiere enlodar" a empresarios para llevarlos a la JEP dijo Santiago Castro, Presidente del Consejo Gremial, y añadió: "La amenaza es clarísima, no sé cómo no la pueden ver después del trino de ‘Carlos Lozada’", quien había asegurado “si la Farc, antes de hacer política debe pasar primero por la JEP, el Consejo Gremial debe cerrar sus negocios hasta que haga lo propio”. Finalmente los empresarios se pellizcaron lo que se refleja en: “Dos caras de la posición empresarial frente a la reglamentación de la JEP,” pues el tiburón les mostró los dientes. Claro que hay expertos empresarios que saben nadar entre tiburones.

Hablaré ahora de otras advertencias ‘más sofisticadas’ porque ya no se lee ni investiga; solo se trina al azul del cielo como los pajaritos. Esa tragedia que no se discierne se advierte en los evangelios cuando dice Mateo en 13:14-15: “Oír, oiréis, pero no entenderéis; mirar, miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo; han hecho duros sus oídos y sus ojos se han cerrado”. Eso se llama ceguera espiritual y se puede investigar en Google.

Siendo lo anterior real, considero el 22 de octubre de 2017 un domingo del realismo mágico macondiano, porque El Tiempo nos suministró las señales de advertencia de las discusiones bizantinas sobre lo que pretenden las Farc. Fue el día en que el periódico cambió de diseño. Y para esa edición tan especial, no sé si la Inteligencia Tutelar que protege a Colombia inspiró unas ‘coincidencias significativas’ como diría Jung. Mauricio Vargas escribió sobre la JEP y predijo: “Lo que empieza mal…”; no sé si Rudolf Hommes se asustó al captar telepáticamente el asunto, se fue a su laptop y nos envió sus pareceres en “Para blindar la paz.” Todo lo anterior coincidía con la admonición del editorialista que invitaba a los peleoneros de la patria a que asumieran que estaban “A tiempo para rectificar.” Me pregunté entonces: ¿Rectificar qué? Y ¡Oh sorpresa! En la página 20 me encuentro nada más y nada menos con: “ASÍ ES LA VIDA EN EL PRIMER PUEBLO SOCIALISTA DEL PAÍS” como símbolo vivo y real de lo que Jaime Castro describe en “Para quién son las 16 curules nuevas.”

Y para seguir abundando en razones para mi advertencia sobre el síndrome bizantino al domingo siguiente, 29 de octubre, constato que el cebo de la editorial es “Oportunidad para el campo” a la que Mauricio Vargas le advierte con “A sembrar coca” debido a la “Caótica política criminal” que nos describe María Isabel Rueda. Ya el lunes 30 me resigno a Bizancio con “Proyectos para la paz, con panorama crítico en el Congreso,” y el ‘debate’ radial en la W sobre la patraseada de ‘el paisa.’ Mientras tanto, con todas estas discusiones bizantinas Colombia sigue siendo el proveedor de ese óptimo negocio que es la gran promesa alucinógena que nos lleva más allá de ‘las puertas de la percepción’ (Aldous Huxley, el patriarca de la traba hippy) y nos promete llenarnos de billete.

Lo imperdonable es que las peligrosas señales ignoradas están ahí. Presenciamos la fundación de un pueblo de las Farc ante sí y porque sí, sin presencia del estado, pues son su propia autoridad colectiva, su auto proclamado estado, pero esperan que el gobierno les dé la tierrita; una fundación anunciada por una inmensa valla: Bienvenidos: Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación. Pero obviamente El Tiempo no investiga lo que eso significa y los enviados especiales se dedican a describir lo que hacen en esa comunidad.

Pues todo lo anterior debería significar una señal de advertencia para los que se burlan del castro chavismo como una exageración de Uribe que dizque dividió a los colombianos, como si fuéramos bobos, es decir, bizantinos. Sin embargo, para contradecir a ciertos ilusos de la paz, el 26 de marzo de 2013 Miguel Cifuentes Ardila publicó en Agencia Prensa Rural (Órgano de difusión de las Farc) el ensayo “Autonomías territoriales y Zonas de Reserva Campesina.” Copio los dos primeros párrafos:

“Para comprender el planteamiento político y social de las Zonas de Reserva Campesina, en el marco de una nueva ruralidad, como también sus alcances y aspiraciones, me remito a triangular este análisis utilizando tres categorías, que considero pertinentes para explicar esta apuesta de las comunidades campesinas, en primer lugar la autonomía, en segundo lugar el territorio y por último la reforma agraria, que desde una política pública como lo es la ley 160 del 94, entrega un instrumento como son las ZRC, que fue apropiado por las comunidades, ya que este es la única figura institucional que reconoce al campesino, a diferencia de las comunidades indígenas y afro – descendientes que tienen una ley que les permiten ser autónomos en sus territorios y los reconocen como sujetos de derechos.

AUTONOMÍA “En esta categoría encontramos puntos de vista interesantes que se ajustan a la esencia de las Zonas de Reserva Campesina – ZRC, pues el concepto de autonomía se entendido como: autodeterminación, autogobierno, control por parte de una comunidad, sobre las condiciones materiales e inmateriales que permiten la reproducción de la vida en un territorio (adaptado de Raúl Ornelas), pues el campesinado que conforma una comunidad en un territorio determinado en el cual hay recursos naturales, se plantea ordenar el mismo de acuerdo con su propia cosmovisión de lo que concibe como desarrollo.”
Y para abundar en la ilustración del lector, la LEY 160 DE 1994 de Agosto 3 registrada en el Diario Oficial No. 41.479, de 5 de agosto de 1994 crea el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, mediante el cual se establece un subsidio para la adquisición de tierras, se reforma el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria y se dictan otras disposiciones. Sobra decir que la negociación habanera ‘adaptó’ la ley a sus propósitos. ¿Cuáles son esos? Están en el Acuerdo Final y sus interpretaciones.

Sin embargo, en Venezuela hay 1.700 de esos grupos parecidos al que reporta El Tiempo y a los que se refiere el articulista fariano, pero allá se llaman comunas. Por eso el partido de las Farc es ‘del común.’ Obviamente una comuna sola no hace socialismo; pero unas bases constitucionales y legales que son las que pretende el Acuerdo Final en miras de un cogobierno con las Zonas de Reserva Campesina, amparadas por un gobierno de transición, es ciertamente un gran avance en esa dirección.

Como en Colombia ahora lo urgente es la JEP y otras minucias en el Congreso, lo demás no se ve. Pero las comunas son precisamente el proyecto estratégico de la sociedad pretendida por Hugo Chávez. En este caso el pueblito llamado Héctor Ramírez en honor de un guerrillero, en la zona veredal de Agua Bonita, en La Montañita (Caquetá), no se exhibe como una bandera de logro del proceso de paz, sino como un espacio amigable y turístico en donde se ensaya, ante los ojos de todos, las primeras tramas de socialismo, como experiencia productiva exitosa en un momento donde es necesario mostrar que sí se produce y se puede vivir en paz sin injerencia del estado.

Pero ese pueblito no registraría como amenaza en la opinión pública, así como es ‘inofensiva’ la matica de coca. Por eso no debería extrañarnos que esas ZRC sean parte del pos conflicto; y, como todo proceso de organización popular, tendrá sus desniveles, tiempos dispares, diferencias según su relación con el estado, el acompañamiento o no de movimientos populares, etc. todo ello apuntando hacia el autogobierno como en Venezuela o como ocurría y vuelve a ocurrir en lo que llamaban zonas abandonadas por el estado. ¿No será que el plan irresponsable de cierta élite nacional es ‘dejar a esa gente allá en el campo’ que se defiendan como puedan que a nosotros en la capital y las ciudades nada nos incumbe? Pues ese ha sido su tradicional modo de pensar. Vean el testimonio histórico de lo que digo:

“Era de pensarse que los eminentes hombres públicos del liberalismo que llevaron hasta el último extremo LA LUCHA CIVIL LEGAL contra el gobierno del Doctor Ospina y que comprometieron al pueblo en esa lucha, estaban espiritual y personalmente preparados para afrontar las consecuencias de sus actos. No fue así, sin embargo. Sino que por el contrario cuando la violencia oficial planificada se estrelló contra los pueblos y las gentes del campo se vieron ante la alternativa de perecer o resistir y optaron por la resistencia, entonces LOS PROHOMBRES LIBERALES, hasta ayer tan valerosos, exigentes e insatisfechos, o se recluyeron en sus casas y particulares ocupaciones, u optaron por la circunspección, la moderación, las buenas maneras, la cabeza fría, los amistosos acercamientos y los respetuosos memoriales.” (Juan Lozano y Lozano, “Prólogo a Las guerrillas del llano, por Eduardo Franco Isaza, Bogotá 1959, p.4)

¿Y si tienen éxito esas comunas a pesar de la indiferencia del estado? Se elevarán con autoridad moral para reproducir lo de Cataluña, es decir, una Colombia llena de republiquetas. ¿Y qué pasa en Venezuela? Resulta que en el estado Portuguesa, granero de Venezuela, con un territorio de 15.200 km2 hay unas 130 comunas de las que 70 tienen las principales instancias de autogobierno constituidas por el Parlamento, el Banco, la Contraloría, el Ejecutivo. Las demás están en el proceso de conformación que se agrupan en el Bloque Estatal de Comunas, instancia regional del Consejo Presidencial de Gobierno Popular para las Comunas, espacio creado para el cogobierno entre el Presidente de la República y los Gobiernos comunales. Es ahí donde parece concentrarse el salto cualitativo del proceso comunal o de territorios autónomos al que aspiran la Farc. Y esa sería la fuerza de organización y movilización en el campo y las ciudades. Por eso la presencia de la Farc en el congreso es para despistar; echar carreta en vez de balas, de lo que se ufanan los profetas pacifistas, sin admitir lo que les corre pierna arriba.

¿Pero qué pasaría si allá en Venezuela como acá en el campo, la burocracia estatal les mama gallo? ¿Cómo se harán escuchar esos campesinos si los líderes de la Farc tienen su comodidad asegurada? Esa es la oportunidad del estado; demostrar que las ZRC no funcionan según el esquema de las Farc, y asumir en serio su compromiso con el campo. Pero el nuevo partido movilizará el campo a través de ANZOR (Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina) y CUMBRE AGRARIA CAMPESINA ÉTNICA Y POPULAR. Organizaciones similares están detrás de lo que ocurre en Tumaco. ¿Se planteará ese debate para el 2018 o se seguirá dejándolo de lado pretendiendo que el problema no existe hasta cuando revienten varios Tumacos, terminen de criminalizarse los pocos desmovilizados que quedan o nos lleve la coca? ¿Y cómo se hará sentir la Farc en pueblos y ciudades para ese propósito? Desde luego que intentarán poner alcaldes y gobernadores.

Por lo que usted tiene que informarse que lo están haciendo ante nuestros ojos y no nos damos por enterados, porque más importante que las marchas es tener presencia de opinión en el panorama político, social y sindical; esa opinión es la que motiva las marchas, protestas, organiza socialmente argumentos para un fin político, armando tierreros por cualquier pendejada. En desventaja, la democracia organiza los argumentos que le interesa con la prensa y los medios, según intereses particulares, teniendo un enemigo interno que se llama indiferencia, fastidio político, etc.; mientras que el comunismo ahora lo hará con la prensa, los medios la gente en vivo y quieren emisoras. Ese es el secreto de la movilización social. Pero como la ‘intelectualidad’ de derecha no se unta de sindicato, ni de organizaciones, solo de partidos en época electoral, ahí vamos.

En Agencia Prensa Rural usted ve que su información cubre las actividades de las siguientes regiones: Altiplano Cundiboyacense , Amazonia, Caribe, Gran Antioquia, Magdalena Medio, Orinoquia, San Andrés Islas, Santanderes, Suroccidente, Tolima Grande. Vea ahora un ejemplo de esas actividades que los medios no registran en el Altiplano Cundiboyacense y que las Farc difunden:

1. Culmina en Bogotá Conferencia Distrital de la JUCO, 17 de octubre de 2017; por Prensa PCC
2. Paro cívico: gran rechazo popular a medidas absurdas e incumplimientos de Peñalosa; 28 de septiembre de 2017, por Hernán Durango
3. Maquinaria política mantiene a Peñalosa como alcalde28 de septiembre de 2017; por Agencia Prensa Rural
4. Todo listo para el inicio del Paro Cívico en el Sur de Bogotá el 27 de septiembre; 26 de septiembre de 2017, por Hernán Durango
5. 8 localidades de Bogotá preparan el paro cívico popular; 25 de septiembre de 2017, por NC Noticias
6. Lanzamiento del libro "Persistencias de la memoria y la historia"; 18 de septiembre de 2017, por Jorge Orjuela Cubides
7. Germina un nuevo país; 17 de septiembre de 2017, por Cindy Lopera
8. Conversatorio: “Los medios de comunicación alternativos en el pos conflicto”; 17 de septiembre de 2017, por Daniela Briñez
9. Organizaciones y académicos rechazan la visita del Primer Ministro de Israel a Colombia; 12 de septiembre de 2017, por Agencia Prensa Rural
10. Jueves 14 de septiembre: movilización por la revocatoria de Peñalosa; 11 de septiembre de 2017, por Agencia Prensa Rural

¿Y cuál fue la estrategia que utilizaron las Farc en La Habana para ‘ganarle’ el pulso a un presidente que quería pasar a la historia? Además de dilatar, fueron duros y concedieron poco – la clásica estrategia de negociación soviética- para llevar a la contraparte al terreno de un derecho más ‘primitivo’ y manipulable que admite el concepto básico de la autodefensa universal. Al haberse evadido en esa negociación todos los intríngulis de la democracia verdadera, ahí estamos viendo su fracaso en el Congreso y su amenaza para Colombia. Veamos de qué se trata ese derecho que no sería aplicable en el caso de Colombia porque aquí existe plena democracia. Pongo algunas observaciones en paréntesis.

En INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO de Eduardo García Máynez, Capítulo XVII, El Derecho de Acción, página 227, usted puede leer lo siguiente:

“EL RÉGIMEN DE LA AUTODEFENSA. En las organizaciones de épocas primitivas la reacción contra el entuerto es asunto puramente privado. (Como lo fue todo el acuerdo habanero con compromisos secretos) Corresponde al particular la facultad de defender su derecho, repeler los ataques dirigidos contra éste, y conseguir por toda suerte de medios, cuando la violación se ha consumado, el restablecimiento de las cosas a su estado anterior. (Las Farc argumentaron ser víctimas para obtener ‘lo que se les había quitado’ y lo divulgan.) Trátase de la etapa conocida con el nombre de Régimen de Autodefensa. El poder público no interviene en esta época en la tutela y restablecimiento del derecho. (Por ese motivo desde un comienzo se ha pretendido eliminar las cortes que le discuten su jurisdicción a la JEP.) El sujeto que se considera amenazado u ofendido suele reaccionar violentamente, (¿Se acuerdan de la amenaza de Santos de guerra urbana y lo que sospechamos de las armas guardadas por si acaso?) a fin de desviar la amenaza o vengar la ofensa recibida. (Procesar a Uribe, militares y empresarios.) La fuerza es el único medio del que cada uno dispone para la salvaguardia de sus intereses. Además, la determinación del carácter jurídico o antijurídico de cualquier proceder, queda por completo al arbitrio de los particulares. (La JEP) El presunto agraviado conviértese de este modo en juez y parte. (JEP) Y la solución de los conflictos se reduce a una cuestión de fuerza…tal estado de cosas no podía subsistir. “En vez de que la fuerza física estuviese al servicio del derecho, este último se encontraba a merced de aquella.” (Alberto Dos Reis, Proceso Ordinario, e Sumario). (La permanente amenaza jurídica como chantaje sistémico que ya hemos visto.) Por esta razón, el poder público principió a intervenir en las contiendas, a fin de limitar la venganza privada y buscar soluciones objetivas. “Introdujo primeramente algunas restricciones al desagravio individual, apareciendo entonces el talión como forma moderada de la venganza. Procuró después desempeñar el papel de árbitro o conciliador, (La JEP) para sustituir la lucha individual por una composición amigable. Y, por último, fue reservando paulatinamente para sí la solución directa del conflicto.”(Dos Reis, Proceso Ordinario e Sumario). (Las Farc sacaron al estado del esquema; por eso quieren imponerse a la brava en el escenario social del Congreso.) De este modo se llegó al principio según el cual la defensa privada es solo caso de excepción, en tanto que la regla está constituida por la solución oficial de los litigios a través de la función jurisdiccional.”(¿Vemos alguna función jurisdiccional que tenga autoridad frente a la JEP?) Si repasamos el proceso de paz en el contexto de EL RÉGIMEN DE LA AUTODEFENSA, tenemos:

1. El proceso habanero fue un entuerto arreglado entre el gobierno y las Farc; fue tan privada la cosa que el sistema judicial colombiano fue tirado a la caneca para acordar lo que se les dio la gana. Ahí es donde la CPI juega un papel fundamental.
2. La fuerza del derecho a la autodefensa, que sería aplicable contra un estado que ha eliminado todas las garantías constitucionales que no es el caso de Colombia, fue remplazada por un trueque al que llaman negociación.
3. Sin embargo, la venganza privada no ha sido cancelada; Pacho Chino y otros han dicho que la JEP fue creada para enjuiciar a Uribe, empresarios y militares. Los miembros de las Farc solo tendrán que contar la verdad, reparar, y supuestamente pagar una condena sembrando hortalizas.
4. La JEP es una estructura de arbitraje, no legal, a la que hay que pagarle, al igual que a los magistrados, a pesar de ser un organismo prácticamente privado sin responsabilidades ante un organismo superior.
5. Por ese motivo el llamado mejor acuerdo logrado de Humberto de la Calle sobre la incorporación de insurgentes al proceso político y la adjudicación del poder político por medio de la disputa electoral es para los de una clase inferior porque a las Farc las curules les son asignadas a dedo, además de otros beneficios. ¿Qué es eso? Simple y llana dictadura de favores. Otros la llaman corrupción.
6. La supuesta ‘reconciliación’ en vez de ser un proceso natural, es con pastillas propagandísticas, cursos de inducción, público chantaje moral. ¿Qué es eso? Lavado de cerebro. Abuso de la buena fe de las personas que no disciernen.
7. La deposición de armas es un proceso condicionado al descubrimiento de caletas. ¿Qué es eso? Engaño.
8. La evaluación de lo ocurrido que debería haberse hecho con comisiones ad hoc como en cualquier proceso de paz decente para mantener la soberanía del estado, no ha ocurrido. Se ha remplazado la justicia del país por la JEP. ¿Qué es eso? Dictadura.
9. Hay nuevas instituciones para tutelar la seguridad del proceso sin pasar por el congreso. ¿Qué es eso? Dictadura.
10. La paz habanera fue una propuesta de laboratorio sin participación de la sociedad colombiana; y el experimento está fracasando. ¿Qué es eso? Estupidez por falta de una perspectiva sociológica realista. En la página 20 de “Así comenzó todo” Enrique Santos Calderón dice: “Es cuando me doy cuenta de que puede iniciarse un experimento de paz diferente a los anteriores.” Pero ese ‘experimento’ es defectuoso al no incluir las estructuras democráticas de debate abierto y representación de los interesados: la sociedad civil como víctima moral y las víctimas físicas.
11. Al carecer nuestro sistema de justicia de una jurisprudencia sobre el daño moral en un conflicto, la sociedad ofendida queda sin justicia. ¿Pagarán las Farc la destrucción terrorista de pueblos, torres de energía, oleoductos, medio ambiente, minería ilegal, tala de bosques para sembrar coca; le reconocerán daño moral a las miles de familias de secuestrados? De esa manera la reconciliación es imposible. Esa falencia es la base de utilizar un DERECHO SUBJETIVO en el proceso habanero. Falencia que se quiere crear en el sistema. Esa es la razón subjetiva y objetiva de odios hacia las Farc que se puede trasladar como un proceso de corrupción moral al sistema de justicia. Entonces ¿Justicia para qué? Ese es el origen moral del paramilitarismo y las tradiciones de venganza de la sociedad primitiva.
12. Como protesta ante esa INJUSTICIA REAL triunfó el NO. No fue por el tweeter de Uribe.
13. Por eso las Farc aspiran a que el próximo cuatrienio sea un ‘gobierno de transición’ apoyado por la promoción de una cultura de desinformación y odio. Lo vemos con sus irrespetos que consideran ‘normales.’
14. Debe ser un gobierno de transición porque el Acuerdo de Paz está fuertemente inclinado a favor de las Farc. Y la transición es hacia una paulatina inclinación socialista buscando el establecimiento de un régimen en línea con las características cubanas que incluiría un sistema político central autoritario, la disolución de las fuerzas armadas y las estructuras políticas tradicionales, la nacionalización de amplios sectores de la economía, controles a la actividad económica, una política exterior “anti-imperialista”, y el éxodo de una gran porción de la clase alta y media. ¿Será que aprendemos de Cataluña?
15. Mientras tanto las Farc pretenden tener para el 2018 un gobierno de coalición aceptable, un arreglo de poder compartido que los dejaría a cargo de amplias zonas de Colombia, entre ellas las regiones donde se cultiva coca, y la eliminación de la influencia de Estados Unidos a nombre de un nacionalismo trasnochado. Ahora bien, ese régimen de autodefensa se ha infiltrado en la sociedad sin que nos demos cuenta.

¿Y cómo es eso?

No puedo descartar que el problema fundamental de ciertas personas, grupos y periodistas en Colombia es que creen tener el derecho subjetivo de odiar y decir lo que se les dé la gana, porque se creen una minoría de avanzada y por ello pueden escribir y hacer de las suyas amparados en un derecho de expresión, sin conocer a fondo el problema desde las diversas perspectivas políticas. Ese es el SESGO de algunos medios; los columnistas mercenarios; los francotiradores morales del objetivo de interés mediático para proteger ciertos intereses. ¿Quiénes fueron los maestros de esa ‘guerrilla’ anónima de las redes? El mal ejemplo de la calle vandálica y el periodismo partidista de los mayores. ¿Qué diferencia ética hay entre el asedio mediante caricaturas desde un periódico y el matoneo de los memes en las redes? Al caricaturista lo protege la ley; al meme de la red el anonimato subversivo.

¿Cómo se forma ese derecho subjetivo de odiar y decir lo que se nos da la gana? Mediante ‘razonamientos o falacias’ de justicia que carecen de la información relevante en una situación particular. Muy pocos son los periodistas o personas que investigan a fondo, además de no someterse al crisol de la crítica opuesta. Eso no se tolera porque cada quien se cree juez. De ahí que en condiciones de incertidumbre de la información, o falta de ella, las personas construyen sus ‘razonamientos’ de justicia confiando en cómo se sienten acerca de los eventos que han enfrentado; y esos juicios pueden verse fuertemente influidos por la información del afecto que deben sentir frente a determinadas situaciones sociales o culturales de acuerdo con su orientación política o personal. Lo vemos en Cataluña, Colombia, Inglaterra, EE.UU. Pero como no existe explicación se le llama pos verdad. Sin embargo, cuando ese derecho a odiar se convierte en justificación mediante el enunciado político del ‘odio de clase’ se subvierte una ley natural y se dan los primeros pasos para la justificación social del odio con todo su andamiaje de bandolerismo o criminalidad, represión, dictadura, abuso mediático al servicio de la mermelada.

En ese contexto ¿Cuál es el papel del periodismo decente y democrático? Convertirse en una escuela objetiva y pedagógica de derecho, de ética periodística, de respetabilidad y civilidad sin tomar posición en favor de nadie para que cada quien saque conclusiones. Para ese tipo de periodismo se necesita ESCUELA en su más alto sentido. ¿Por qué lo digo?

Porque la opinión pública no tiene una noción elemental de la estructura legal que debe regir en lo que pomposamente llaman un estado de derecho. Por ese motivo a ese pueblo lo pueden engañar con babosadas, y sabiéndose engañado reaccionar violentamente. ¿Quién incendió a un pueblo esperanzado el nueve de abril? La radio. Hoy lo hacen la radio, las redes, algunos políticos que fungen de pacifistas, y los columnistas pagados. Esas señales son las del ‘Bizancio’ colombiano en un incierto camino hacia un posible narco estado. ¿Cuál es la prueba exacta, puntual y final de este escrito? Lo que Santos dijo el 30 de noviembre de 2011 y no da muestras de haber aprendido ni querer cumplirlo.

'¡NO NOS CREAN TAN PENDEJOS!': SANTOS A LAS FARC

El mandatario calificó de "infames" los pronunciamientos guerrilleros tras el asesinato de los cuatro integrantes de la Fuerza Pública.

“¡No nos crean tan pendejos!”, afirmó este miércoles el presidente Juan Manuel Santos, al rechazar el comunicado de la organización terrorista de las Farc, donde ‘lamentan’ el asesinato de los cuatro integrantes de la Fuerza Pública que tenían secuestrados.

“El pasado sábado, fueron asesinados a mansalva cuatro de nuestros héroes, a quienes despedimos con los honores que merecen. Las Farc no pudieron haber sido más cobardes. “¡Y ahora sacan un comunicado donde ‘lamentan’ lo que ocurrió, después de haber apretado el gatillo que acabó con sus vidas! Esa declaración merece un puesto de honor en el muro de la infamia y la crueldad”, señaló. “El país no es tonto y no se deja engañar por comunicados infames”. “Ahora dicen las Farc —con un cinismo descarado— que ‘extienden su sentimiento de pesar’ a los familiares de nuestros cuatro héroes, cuando fueron ellos quienes los arrebataron de sus hogares por 12 años o más! “¡Ahora dicen las Farc —háganme el favor— que nosotros ‘impedimos su liberación unilateral’, cuando lo que ellos hicieron fue darles tiros de gracia por la espalda!”, afirmó. Recordó que no puede haber acto más pusilánime que mantener a una persona indefensa bajo el yugo del secuestro y ejecutarlo por la espalda “¡y eso fue lo que hicieron las Farc!”. “Doce años de vida — ¡doce años de vida!— le robaron al intendente Álvaro Moreno. Trece años les robaron al mayor Elkin Hernández y al coronel Édgar Yesid Duarte. “El sargento José Libio Martínez fue quien más tiempo estuvo privado de la libertad: tenía 21 años cuando fue secuestrado y murió —en cautiverio— a los 35. ¡14 años!, ¡14 años se le fueron en la selva! ¡Las dos quintas partes de su vida! ¡Estuvo ausente durante la entera existencia de su hijo —Johan Stiven— que nunca tuvo oportunidad de conocer!”, indicó.

El mandatario expresó el dolor que siente como ser humano, como ciudadano, como Presidente de la República y como Comandante de las Fuerzas Armadas por el asesinato de los cuatro uniformados. “Hoy lloramos —todos lloramos— junto a las viudas, junto a los huérfanos y junto a las madres desconsoladas”, dijo. “Los colombianos sabemos que los únicos culpables, los únicos responsables del secuestro y el asesinato de estos cuatro buenos colombianos son las Farc. ¡Las Farc y nada más que las Farc!”, puntualizó.

Por último, el presidente Santos reafirmó la decisión inquebrantable del Gobierno y de las Fuerzas Armadas de seguir combatiendo a los grupos violentos" con toda la contundencia, con la toda la eficacia y sin tregua alguna".

Todo lo anterior es muy sentido, creo que fue sincero y lo respeto. Pero parece que el ciudadano Juan Manuel Santos Calderón no ha entendido lo que dijo George Orwell en su afamada obra “1984” sobre la devastadora crítica política del comunismo totalitario: “El objeto del terrorismo es el terrorismo. El objeto de la opresión es la opresión. El objeto de la tortura es la tortura. El objeto del asesinato es el asesinato. El objeto del poder es el poder. ¿Ahora…comienza usted a entenderme?” Eso lo resume todo sobre las Farc porque ‘hijo de tigre sale pintado’ y ese es el Acuerdo Final que Colombia rechazó, pues 49 millones de colombianos no vivimos en Bizancio, solo una pequeña minoría.

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