El ex-astro argentino de futbol Diego Maradona, el pasado sábado 10 de enero, durante el programa “De Zurda” en el canal chavista telesur, trasmitido desde la Habana, definió al expresidente Fidel Castro como “el más grande de la historia” agregando que la liberación por parte de Washington de los tres agentes cubanos acusados de espionaje era “un triunfo de Fidel” semejantes afirmaciones de una destacada figura del futbol hay que cotejarlas con la historia, porque de lo contrario terminamos en un galimatías, en donde de acuerdo al aparato propagandístico de los regímenes totalitarios, cualquier personalidad reconocida mundialmente termina pontificando sobre lo divino y lo humano, sin que haya el debate fecundo, para conocer la verdad.
En primer lugar, de Fidel Castro hay que decir sin temor a equivocaciones, que es el criminal más grande que ha existido en Latinoamérica en los dos últimos siglos y, para eso no se necesita hacer muchos análisis, ya que cerca de 20 mil cubanos han sido fusilados por motivos políticos desde 1959, fuera de los asesinatos extrajudiciales, además más de 13 mil isleños fallecieron, cuando el sátrapa como fiel lacayo del imperio soviético mando tropas al África a países como Angola, Etiopia, Somalia, Congo y Argelia, para defender los intereses de Kremlin con la fabula del “internacionalismo proletario” en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado.
En esa miscelánea criminal de Castro hay que agregar el apoyo a las guerrillas que durante varios años dio su régimen a 36 de esas agrupaciones en 13 estados Latinoamericanos. Las cuales ocasionaron miles de muertos, calculándose únicamente en Colombia cerca de 250 mil víctimas asesinadas desde hace mas de 50 años cuando las Farc y el Eln declararon la guerra a la sociedad y el estado Colombiano para tomarse el poder, siguiendo a través de Cuba las palabras de Nikita Kruschev primer ministro de la URSS, quien en enero de 1961 dijo que su país apoyaría las guerras de liberación nacional en todo el mundo.
Pero hay más todavía, porque por culpa de Fidel Castro unos 120 mil cubanos han muerto ahogados o consumidos por los tiburones en el estrecho de la florida, tratando de huir en balsas, entonces Fidel Castro, si es el más grande como dice Maradona, pero en el crimen.
Maradona, nunca ha leído, sobre el circo romano que monto el sátrapa, después del triunfo de la revolución en 1959, pues haciendo gala del fascismo izquierdista y tropical, ante una gran muchedumbre, pidió a los asistentes enardecidos que levantaran la mano para que fueran fusilados los contra revolucionarios, ese actitud perversa de Castro como muchas otras de su patología burocrática, lo llevaran a que la historia no lo absolverá, y cuando muera su propia camarilla lo bajara abruptamente del pedestal como sucedió con Stalin en 1953, para hacerse polvo historio execrable.
El problema no es que un ex futbolista eructe estupideces, lo grave es que haya quien se las aplauda, por eso el gran pensador Francés Voltaire decía “la idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás” así que Maradona para completar la faena y en vista de su admiración desequilibrada por el déspota de Fidel Castro, sabiendo que este abraza los dogmas marxistas, debería también dar conferencias sobre el par de fetiches del comunismo totalitario, como son el materialismo histórico y la inevitabilidad.
