PREFIERO LAS FUERZAS MILITARES

Varios amigos me retransmitieron una entrevista de Vicky Dávila con (o contra) el General (r) Jaime Ruiz Barrera, sobre los términos que usó un oficial de las Fuerzas Militares contra la Fiscalía en una comunicación que fue chuzada, no sé si legalmente o en forma ilegal. Lo cierto del caso es que la información salió, esa sí en forma ilegal, del expediente que se le debe llevar al oficial, si fue que cometió un delito, o surgió de la ilegalidad de la chuzada.

Vicky se salió de los trapitos, no dejaba hablar al general, lo interrumpía, no permitía que le demostraran lo contrario a su pensamiento torcido en contra de las fuerzas del orden.

Es que ahora, en esta sucia campaña, nos pusieron a escoger entre la guerrilla de las Farc o las Fuerzas Armadas de Colombia. Quien se opone a tratar a la guerrilla de igual a igual con el Ejército, es enemigo de la paz. Quien dice sí a la paz pero con condiciones, sin entregarles en forma gratuita el país, es un enemigo de la paz. Quien dice sí a la paz, pero opina que quienes cometieron crímenes de guerra o de lesa humanidad deben pagar algo de cárcel por esos delitos, es enemigo de la paz.

Todos somos amigos de la paz, pero unos colombianos preferimos a nuestras Fuerzas Armadas constitucionales a una guerrilla que asesina a gente inocente, que acaba con la infraestructura energética del país, torres de energía y oleoductos. Preferimos las fuerzas del orden a unos guerrilleros secuestradores, asesinos, comerciantes, cultivadores y exportadores de drogas.

Preferimos un ejército que nos defendió de los asaltantes al Palacio de Justicia y que ahora están en la cárcel purgando la pena por su amor a la patria, a una guerrilla que ha demostrado su incapacidad de manejar las cosas del Estado y que quienes nos acusan de no querer la paz, los aceptan en sus filas para que, en su compañía, poder encontrar otra vez el poder que ven difícil de conseguir.

Nuestras Fuerzas Armadas significan lo poco que nos queda en Colombia. Por eso no podemos permitir que las igualen a quienes han tratado de acabar con Colombia desde hace cincuenta y más años. No podemos dejar que las desprestigien por unos errores individuales, si es que los ha habido.

Delito creo (soy ingeniero), es chuzar conversaciones privadas de los miembros de las Fuerzas Militares y hacerlas públicas. Delito es respaldar a los delincuentes y no tengo ninguna duda de que la guerrilla es una organización delictiva.

Por todo lo anterior, sigo en mi posición de respaldar la búsqueda de la paz pero con condiciones. No más asaltos al Palacio de Justicia con condena para los defensores de la justicia colombiana y cargos públicos para los asaltantes que asesinaron a los magistrados.

No más campañas políticas sucias acusando a los amigos de la paz, con mínimas condiciones para los delincuentes y aplaudiendo a quienes quieren entregar a Colombia a los que llevan más de medio siglo destruyéndola.

Votemos por quien pone primero los intereses de los colombianos de bien y después buscar en forma condicionada la paz para todos

Tanto el candidato Santos, como Vicky, interrumpen a sus interlocutores para evitar que digan más verdades.

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