CARTA DEL DEFENSOR DE DERECHOS HUMANOS, JAIME ARTURO RESTREPO RESTREPO, A FELIPE RESTREPO, HIJO DEL EXCOMISIONADO DE PAZ, LUIS CARLOS RESTREPO

Felipe
Cordial saludo

De vieja data conozco el trabajo de su señor padre en favor del interés general de los Colombianos.

Él, con carácter y posición férrea, logró desvertebrar maquinarias de guerra sin comprometer los valores democráticos y los intereses nacionales.En el caso especifico de la desmovilización de la Compañía Cacica Gaitana, puedo testimoniar, con conocimiento de causa y por el reiterado dicho de mi defendido, ‘Olivo Saldaña’, que su padre es absolutamente inocente de los cargos que le pretende imputar la Fiscal Vivianne Morales.

Le agradezco mucho su mensaje, pero es el país quien debería agradecer y reconocer al doctor Luis Carlos todo su empeño y trabajo consagrado a favor de la paz de los Colombianos.

Miles de fusiles ya no tabletean contra los colombianos gracias a su papá. Más de cincuenta mil mentes y manos al servicio del crimen y de la guerra fueron puestos en evidencia y su organización desvertebrada por el trabajo incansable del ex Comisionado.

Conozco la operación de vindicta que se está fraguando contra su padre, direccionada desde un sector de desmovilizados extraditados. Esa misión le ha sido encomendada a grupos y militantes activos que siguen las ordenes de esos extraditados para propiciar conspiraciones apoyadas en amenazas y compras de conciencias.

Según el dicho de mi ex defendido, ‘Olivo Saldaña’, fue un ex paramilitar no desmovilizado, privado actualmente de la libertad en Colombia, quien lo llamó para coordinar una reunión con una abogada, quien lo visitó en el centro de reclusión para hacerle la oferta económica tendiente a comprar su testimonio contra el ex Comisionado. Obviamente conozco los dos nombres de quienes estarían en la primera línea de contacto con Saldaña, situación que después de mi renuncia, por el revuelo mediático, me pone en una situación de alto riesgo. Pero no me arrepiento ni un segundo de la decisión que tomé; la verdad, no dudé en asumir una posición moral y patriótica de no prestarme a prohijar semejante infamia e injusticia, así me cueste la vida.

Me asiste la tranquilidad de mirar a los ojos a mis hijos sabiendo que se cumplió con el deber ser.

Reciba un abrazo y un saludo extensivo a su familia, con el consejo a su padre de que extreme medidas, toda vez que de acuerdo a la inquina que le tienen cualquier cosa puede esperarse.

Atentamente,

Jaime Arturo Restrepo R
Defensor de DDHH y DIH.

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