¿Restitución de tierras o titulación de baldíos?

El gobierno de Santos anda enredado con el proceso de restitución de tierras.

 

Como lo escribimos en marzo pasado, toda la algarabía oficial sobre entrega de predios a campesinos, presentada como el summun de la reparación de las víctimas, se basaba hasta entonces en cifras hábilmente manejadas, en su inmensa mayoría simple titulación de baldíos.

 

Para agosto Santos reconocía que hasta entonces no había un solo proceso fallado a favor de los despojados, en virtud de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras; pero anunciaba –ya sabemos que este gobierno mucho anuncia y poco ejecuta- que estaba en marcha una auténtica locomotora para jalonar el proceso.

 

El primer fallo a favor de los campesinos afectados fue celebrado con grandes aspavientos apenas hace un mes: la entrega de 65 hectáreas a 14 víctimas de la masacre de Mampuján (norte de Bolívar). Grandes titulares de prensa dieron a conocer los resultados del fallo judicial, que iniciaba, al parecer, una racha contundente de resarcimiento de los predios arrebatados. Pocas personas notaron algo singular: el juez solo ordenó titular esas tierras, que eran baldíos, a campesinos de tal comunidad que, pese a haber sido víctimas de la masacre paramilitar y haber huido del poblado, habían seguido cultivando sus parcelas. Tal titulación es un procedimiento administrativo, ajeno a la Ley de Víctimas.

 

Pues bien, como llevamos casi un año sin una sola sentencia de restitución desde que entró en vigencia la ley -es decir de devolución real de una propiedad (no un baldío) despojada- el gobierno lanza otro globo propagandístico que la gran prensa ayudó a inflar hace apenas unos días. Periódicos como El Tiempo –que han relegado a último plano las noticias sobre masacres y otros hechos graves, para no estropear las conversaciones de “paz”-, destacaron en primera página el 14 de noviembre: “Restituirán un millón de hectáreas por vía 'exprés'” (hasta la palabreja de alias “Iván Márquez” se les pegó).

 

Anunciaba la prensa, calcando fuentes oficiales, que el gobierno había diseñado un “plan de choque”, utilizando para el efecto un “grupo élite” encargado de cumplirlo, con el fin de restituir de manera abreviada un millón de hectáreas despojadas, evitando que los casos tengan que pasar por la justicia agraria”. ¿Entendido? Muy sencillo.

 

No  tener “que pasar por la justicia agraria” significa que no serán procesos contemplados en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, para evitar juicios inútiles, como en Mampuján. Algo se aprendió allí, seguramente. Pero también revela que la demagogia sobre restitución con base en dicha ley, que tanto ha utilizado el gobierno, ha quedado reducida solo a eso: palabrería que pocos problemas resuelve, mientras alienta conflictos inconvenientes. La “revolución agraria” de Santos sigue siendo simple titulación de baldíos, presentada engañosamente como otra cosa.

 

Hasta la fecha unos 26.000 reclamantes han denunciado el despojo de casi dos millones de hectáreas, según el último informe del Ministerio de Agricultura. De acuerdo con funcionarios de esa dependencia, más del 60 por ciento (encima de un millón doscientas mil hectáreas) corresponden a baldíos de la Nación o terrenos cuya propiedad no se había formalizado debidamente. El fastuoso plan “exprés” se propone titular un millón de hectáreas de esos terrenos baldíos a desplazados, siempre que las víctimas quieran regresar a esos terruños. El resto, que compone el auténtico despojo, queda relegado para el día del Juicio Final.

 

En todo, conociendo el talante de este gobierno, habrá que esperar unos meses, no para observar los resultados de la acción del grupo “élite” con la titulación “exprés” de baldíos -que difícilmente romperá el promedio histórico de 600.000 hectáreas tituladas por año, que logró el gobierno de Uribe, sin levantar polvareda mediática alguna- sino para escuchar el enésimo anuncio de otro plan, ese sí redentor e incomparable… O para que desde La Habana, en un sorpresivo comunicado conjunto, firmado con los mayores despojadores del país, se nos informe una solución más drástica y contundente.

 

* Director Blog Debate Nacional del Centro de Pensamiento Primero Colombia (CPPC).

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