El ultimátum del pueblo

Colombia vive tiempos difíciles de los cuales la única manera de salir adelante será uniendo las mejores voluntades, pero no solo en unidad opositora, sino en una integración que la enlace como país, que permita rescatar sin complejos su identidad, su historia y el orgullo de ser Colombianos.

Llegó la hora de que quienes tengan la mejor voluntad de hacer causa común sin mezquindad, empiecen a dar demostración que las cosas pueden ser distintas, que somos responsables, comprometidos y no somos indiferentes. Colombia decidió cambiar irreversiblemente, no dejemos que la frustración nos paralice ni que el miedo que nos tienen, representado por un poder oxidado, nos haga perder las esperanzas. ¡El momento de Colombia, va a comenzar!

El Presidente: Santos, tiene su futuro en manos de las Farc, renuncia a la Seguridad Democrática, y les está concediendo estatus legítimo, hipotecándose al terrorismo, concediéndoles exigencias a quienes tienen una enorme deuda con la justicia, las leyes y el pueblo Colombiano, y más temprano que tarde tendrán que pagarla. Juan M. Santos es un prisionero de sus propias torpezas, por entregar espacios a los peores enemigos de la democracia en el continente.

Por otra parte,  los partidos políticos que apoyan al gobierno de Santos, han caído en el electoralismo, piensan que su función es engrosar las finanzas del partido y de sus bolsillos, y han llegado a  la conclusión alarmante y demasiado pragmática de que las elecciones no se ganan con principios, con ideas, y buenas conductas, sino con dinero, televisión, propaganda abrumadora y costosa así como con movilizaciones artificiales de gente que se lleva de un lado a otro, que no va por su propio pie, sino que la meten en vehículos colectivos para impresionar y engañar a los electores.

Es una desgraciada realidad, el clientelismo, el facilismo, el consumismo y la injusticia han invadido todos los niveles dentro del gobierno nacional. Frente a esta situación, el País esta angustiado, preocupado y alarmado porque el gobierno  quiere hacer perder a los colombianos, la conciencia de que el País es un don de la providencia, y desconocer que la lucha para establecer la democracia fue dura y difícil y su mantenimiento ha sido una proeza, pero nos alarma que este gobierno la coloque en el paredón con la amenaza de ceder espacios a los enemigos de ella,  ennegreciendo el panorama de Colombia al entregar espacios ya conquistados por gobiernos democráticos sin ceder un milímetro de dignidad, ni un centímetro de pantalones bien puestos, frente al terrorismo y la barbarie.

El Ultimátum del Pueblo Colombiano es un desafío a los electores, es una proposición precisa a los partidos políticos, a las nuevas generaciones, a los profesionales, a los industriales, a los productores y a los campesinos, a las mujeres y a los trabajadores, a los gremios, a los comerciantes, colegios, sindicatos, a las fuerzas militares, a los estudiantes, asociaciones y a la conciencia de cada Colombiano, es una firme decisión de unirnos para enfrentar el reto.

Los problemas son muchos, pero no podemos perdernos en el mar de falsas promesas que nos ofrece el gobierno, no podemos seguir navegando hacia el peligroso naufragio al que nos lleva el presidente Juan Manuel Santos, la solución no es una especie de canto heroico, sino un llamamiento al deber de cada uno de los Colombianos, este País en los momentos más difíciles ha demostrado tener sustancia suficiente para enfrentar los acontecimientos, y ahora con :Álvaro Uribe a la cabeza de este poderoso movimiento, llamado "Centro Democrático" el ultimátum del pueblo ,es un desafío que estamos seguros lograremos cumplir.

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