José Obdulio: hay que decirle mafioso por indeseable

Alguien me contestó hace poco, que en rumor de tertulias, acusaban a José Obdulio porque en su cuentas se habría movido dinero para el secuestro del ex Presidente Andrés Pastrana. Las mismas personas me afirmaron que no había sustento sino preocupación por parentesco con el secuestrador.

José Obdulio llegó a la sede del Directorio Liberal de Antioquia, Sector Democrático, muy a comienzos de 1986, con un grupo de intelectuales de izquierda, contrarios a la violencia, que habían formado  parte del Movimiento Firmes. Acudieron a ofrecerme apoyo en la candidatura disidente al Senado.

Estaban encabezados por el patricio Gerardo Molina, quien pronunció un discurso memorable. Ese día conocí a José Obdulio y a la mayoría de sus compañeros, entre ellos a Jaime Jaramillo Panesso, humanista y persona sobresaliente, también a Leonardo Betancur, quien poco después se convirtió en mi asesor en el Senado sobre temas de seguridad social. A Leonardo, con Héctor Abad,  los asesinaron los paramilitares por su militancia en favor de los Derechos Humanos. Con rabia y dolor senté mi protesta en la plenaria del Senado.

José Obdulio ha sido escritor por muchos años, publicó en El Mundo y El Colombiano. También periodista de radio y televisión. Lo cortejaron en el El Tiempo mientras consideraban que era útil. Para echarlo se valieron de un artículo en el cual acusaba al Gobierno actual de encubrir secuestros de Farc. Ojalá José Obdulio reconsidere que se equivocó, no frente al Gobierno, pero si en relación con una estimada familia antioqueña.

José Obdulio como político dio apoyo, desde el Instituto de Estudios Liberales, al Presidente Samper. José Obdulio fue el primero en llevar a Antioquia y presentar como líder político al actual Presidente de la República.

José Obdulio, el indeseable, ha sido objeto de varias acusaciones. He dicho a muchos interlocutores que José Obdulio ha tenido la garra, que valoro, de defender las tesis que profeso, aun en los más difíciles momentos. Alguien me contestó hace poco, que en rumor de tertulias, acusaban a José Obdulio porque en su cuentas se habría movido dinero para el secuestro del ex Presidente Andrés Pastrana. Las mismas personas me afirmaron que no había sustento sino preocupación por parentesco con el secuestrador.

José Obdulio es polémico y ácido. Tendrá que prestar menos atención a sus malquerientes y ser más propositivo  de alternativas  al actual Gobierno. Yo también deberé hacerlo.

No creo que convenga a la democracia anular al activista en razón del pariente criminal. Mal ejemplo recibe la nueva generación cuando observa que en el debate político se acude a la moral para descalificar al contrincante, sin más fundamento que un primo criminal.  Y el ejemplo es peor cuando se ha recibido apoyo a pesar  del vínculo de sangre alegado, que se vuelve censurable por razones  de diferencias políticas.

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