La Corte el Dinero y el Poder

El peor sainete de la vida colombiana es el que presentan en la Corte Suprema de Justicia. Uno se queda asombrado, petrificado, cuando ve que la justicia la aplican a dedo y no en derecho. Lo que le pasa al doctor Luis Alfredo Ramos Botero es la mejor muestra; por eso  la consigna nacional, la que debemos adoptar es, soltar las muletas, pararnos de las sillas de ruedas, y no quedarnos callados ante esta justicia politizada dentro de la cual vivimos. La farcpolitica parece se tomó la Sala Penal de la Corte, y el gobierno gasta y malgasta aplaudiendo esta decisión, para darle gusto al Presidente  Santos quien se beneficia con ella. El panorama que se avizora en el sector de la justicia no se resuelve con chivos expiatorios, se resuelve con soluciones inteligentes, basadas en el derecho y no tergiversando, acomodando e interpretando la norma de determinada manera para atropellar a quien solo ha prestado invaluables servicios a la nación.

A seis meses de las elecciones para renovar Congreso, surgen posturas políticas en la justicia, tratando de confundir a la opinión pública con interpretaciones que no se justifican. En realidad, esperamos más temprano que tarde la sensatez y la ponderación con responsabilidad de quienes, no se sí por ignorancia, inconsciencia o falta de madurez continúan al frente de altos cargos dentro de la justicia, para impartir injusticia.

¿Por qué hablo de sensatez y responsabilidad? Por cuanto creo que el primer problema que tienen los encargados de impartir justicia es la responsabilidad. ¿Qué significa esto? La responsabilidad es, en primer lugar, responder ante la conciencia de cada cual, dando respuestas a los interrogantes, que a la manera de mayéutica socrática resulta imprescindible hacerse cuando se está en lo más alto del poder judicial.

Schopenhauer se refiere en términos metafóricos muy parecida al modo de actuar del  Poder Judicial: "Semejante a los carneros que triscan en la pradera mientras el matarife hace su elección con la mirada en medio del rebaño”, no sabemos en estos seis meses difíciles de campaña al Congreso qué desastre nos prepara “la justicia”, precisamente en aquella hora: la persecución política, ruina, mutilación, ceguera, locura, etc… Y yo replico: Me dirán una vez más que mi filosofía no tiene eco en su corta conciencia, porque sencillamente les digo la verdad.

Cada vez que silencian a un periodista, que cuenta situaciones por las que atraviesa el poder judicial, se esfuma la ilusión de lograr que esta gente tan apegada al poder entienda que su imperio comienza y finaliza. Que, es mejor terminar con la cabeza alta y salir por la puerta grande, que pasar a la historia sin que los hijos tengan que avergonzarse por las acciones de los padres y aunque los señores de la corte no lo crean, lo que han hecho con Luis Alfredo Ramos les marcará su conciencia mientras vivan, el dinero y el poder no son lo más importante de la vida.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar