Efectos devastadores de la mermelada

En una de sus acepciones el DRAE define la mermelada como aquella conserva hecha a base de frutas, miel o azúcar. En Colombia Juan Carlos Echeverri Garzón, ministro de Hacienda inaugural de la administración Santos, la utilizó para designar la manera como el gobierno sometería la voluntad de los congresistas. Palabras más palabras menos habló entonces de repartir bien la mermelada entre la clase política.

Como en los humanos, cuya ingesta descontrolada produce efectos devastadores en la salud, llegando a producir diabetes mellitus y casos de mortales comas, dicha jalea está causando efectos bumerán en la salud del régimen y a las aspiraciones reeleccionistas del presidente.

El pueblo que paga los impuestos resiente la irresponsabilidad con que el gobierno Santos ha despilfarrado tres billones de pesos en auxilios a órdenes de la clase parlamenta afecta a la fementida Unidad Nacional, al paso que ve envilecer el poder adquisitivo del producto del trabajo honrado y ha de pasar las verdes y las maduras para atender a la crianza, salud y educación de las proles.

El manirrotismo de Santos resulta apenas parangonable con el de Samper, cuando también se abrieron las esclusas de par en par para abonar a favores de los miembros de las cámaras legislativas: Santos para aceitar la maquinaria electoral y Samper para provocar un caso infame de prevaricación e impunidad.

Los efectos de esas ominosas conductas presidenciales han resultado devastadores a sus propios autores: Samper carga con una cruz tan pesada que le costará a sus descendientes deshacerse de ella, porque él no alcanza, y a Santos la reacción en cadena de la opinión pública que se rebela y da pasos de rechazo abierto a sus conocidas prácticas clientelistas nauseabundas de compraventa de favores electorales.

La actitud bizarra de la inmensa mayoría de los convencionistas conservadores hirió de muerte aquella práctica pecaminosa de asegurar adhesiones a base de asperjar con billete voleado las voluntades débiles de los dirigentes que, como Gerlein, Andrade, Cepeda, etc., han hecho de la vida pública un alegre baile de carnaval alrededor del presupuesto público.

La designación de Marta Lucía Ramírez por parte de la Convención como candidata presidencial de los conservadores, marca un hito y como que les devuelve la esperanza a los ciudadanos del común que reclaman juego limpio y la irrupción en la escena de líderes nuevos, de carácter, de propuestas decentes que apunten al bien público a salvo de la codicia de egos inflamados.

Pero también trae el DRAE otra acepción de mermelada que llama brava mermelada para “… tachar de despropósito una cosa mal hecha o mal dicha”, como mal hecha le quedó la mermelada a Santos y su régimen, al punto de llevarnos a todos al estrago y el empalago que padecemos, del que nos liberaremos en los venideros días de elecciones, como quien va de urgencia al baño.

Tiro al aire: Santos eligió saltar al precipicio sin alas para descender, y se está dando letales porrazos.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar