Ese fallido golpe de estado fue el inicio del camino utilizado perversamente en Venezuela para restablecer el militarismo que tanto daño le hizo a nuestro país en los siglos XIX y XX.

Se están cumpliendo 22 años de una de las mayores felonías de nuestra historia cuando jóvenes militares insurrectos pretendieron, no solo derrumbar un gobierno constitucional, sino asesinar al entonces presidente de la República Carlos Andrés Pérez.

Ese fallido golpe de estado fue el inicio del camino utilizado perversamente en Venezuela para restablecer el militarismo que tanto daño le hizo a nuestro país en los siglos XIX y XX.

Las consecuencias de esa funesta fecha la estamos viviendo en un régimen que pretendió insurgir en contra de la corrupción y se ha convertido en poco tiempo en una auténtica cleptocracia que ha arruinado la economía venezolana.

No creemos que el 4 de febrero sea una fecha para exaltar sino más bien para lamentar como el inicio de la destrucción de la democracia de nuestro país

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