“¿POR QUÉ NO TE CALLAS?”

Ante los ataques despiadados, calumniosos y vulgares de los gobernantes venezolanos contra el expresidente Uribe, el gobierno colombiano había guardado un silencio cómplice. Apenas ahora, cuando su colega ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, insultó en forma grosera a nuestro expresidente, la señora ministra de Relaciones salió, en forma bastante tímida, a rechazar esas palabras y a pedirle al embajador ante ese país que hablara con su homólogo el canciller Jaua.

Es de usanza que se llame al embajador a consulta. Lo normal es una protesta contundente por la ofensa a un expresidente que merece respeto. Pero no, para este gobierno es mejor agachar la cabeza que molestar a nuestro segundo nuevo mejor amigo. Era mejor un ¿por qué no te callas?, al señor Jaua, que aceptar tantas y tan repetidas ofensas. La debilidad da entrada al irrespeto. Eso es lo que estamos padeciendo.

Ojalá ese irrespeto no pase a mayores y tengamos que arrepentirnos por la falta de decisión y de entereza de nuestro gobierno. Más valor tuvo un periodista que, ante las acusaciones de Jaua contra Álvaro Uribe al llamarlo asesino, paramilitar y tantas otras infamias, le preguntó al canciller si tenía pruebas para acusarlo de esos delitos. El gobierno colombiano ni siquiera pide pruebas, tampoco respeto. El gobierno colombiano definitivamente perdió la memoria, se olvidó de la reciprocidad y solidaridad de cuando el presidente Uribe hizo respetar al hoy presidente colombiano ante los ataques del nuevo mejor amigo y del presidente Correa. Esa defensa, ese apoyo a su ministro, esa nobleza del presidente Uribe no sirvieron de ejemplo para que este gobierno haga respetar siquiera a su anterior mejor amigo y patrón.

Sólo la canciller, tímidamente, se ha pronunciado.

Recordemos que el primer ministro español, Rodríguez Zapatero, defendió a su antecesor Felipe González, a pesar de ser contendores políticos, cuando Chávez atacó a este último con palabras ofensivas. Fue allí cuando el Rey de España le dijo al deslenguado Chávez "¿por qué no te callas?".

Hay mucha diferencia entre Juan Carlos y Juan Manuel.

Otra cosa: en estos días, en las noticias de Caracol, Fernando Quijano habló de que el Gobierno Nacional había aportado el 40 % para el metro de Medellín, Darío Arizmendi lo corrigió y dijo que había sido, de acuerdo con la Ley de Metros, el 70 %. Darío está muy equivocado, a nosotros siempre nos tratan mal, la Ley de Metros fue posterior al metro de Medellín y, para los futuros sistemas de transportes aportaría el 70 %, a Medellín lo dejaron con el 40 % y estamos pagando el 60 %. Se está cumpliendo con los pagos, se aportan la sobretasa a la gasolina, el impuesto al tabaco, además de que, cuando se hizo el acuerdo de pagos en el gobierno de Álvaro Uribe, se acordó renunciar a una reclamación justa de EPM por unos US $ 600 millones como abono a la deuda del metro.

Recordemos que esta región es la única que aporta a las obras nacionales como en la carretera a occidente y las futuras Autopistas de la Prosperidad, cosa que no ocurre con ninguna otra zona del país.

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