CENTRO DEMOCRÁTICO, ARROLLADOR

EL TIEMPO y la W, los dos medios más anti uribistas que se pueda concebir, acaban de publicar una encuesta que revela el comienzo de lo que va a ocurrir este próximo domingo 9 de marzo. La legión de URIBE, el CENTRO DEMOCRÁTICO, el partido que transformará a Colombia, es el vencedor incuestionable de estas próximas elecciones.

Según la encuesta dicha, en los dos últimos meses el naciente partido de Uribe subió del 10.4 al 23.4% en la intención de voto. El Partido que le sigue, el Liberal, quedó en 13.6%, mientras la U bajó del 18.2 al 13.4%. Los demás dan lástima.

La encuesta empezó su tarea de campo el pasado 25 de febrero, para terminar el 28. Si se hiciera una por día, se vería la caída vertical de la U, que se alimenta de los colombianos ingenuos que no advierten, todavía, que ese no es el de Uribe, sino el de los traidores a Uribe. Si la campaña explicativa del uribismo tiene éxito, como lo ha tenido de manera formidable en estos días, Centro Democrático  pasará largamente el 30%, y la U no llegará al umbral del 5%.

Pero ahí no paran las cuentas. Porque la segunda intención de voto, después de la de Uribe, es por el voto en blanco, que alcanza el 19.4%. Esa intención de protesta, de asombro y de indecisión, todo mezclado, se irá disolviendo para quedar en las urnas en no más del 5%. El vacío que deja, suponiendo que los demás partidos lo copen en proporción a su potencial actual, le da más porcentaje al uribismo que a los demás. Las matemáticas no fallan. Desde Pitágoras.

Lo que en plata blanca está diciendo el encuestador contratado por EL TIEMPO y la W, es que Uribe se lleva más de treinta senadores, que por el plano inclinado en que va la política puede aproximarse o llegar a los cuarenta.

Se trata de política elemental y simple, conectada con hechos contundentes. Que la gente está hastiada de la política y los políticos de hoy, no deja duda. El único Partido de caras y talantes nuevos, es el de URIBE.

El país no quiere que a las mujeres se las siga considerando como un bonito jarrón de flores marchitas. El Partido de URIBE rompe definitivamente esa tendencia. Al número 1, el propio URIBE, le siguen cuatro mujeres. María del Rosario Guerra, Ana Mercedes Gómez, Paloma Valencia, que será algún no lejano día presidenta de la República y Susana Correa. Vienen después Paola y Carolina Holguín, dos niñas sorprendentes, emocionantes, precedidas por Tania Vega de Plazas, la voz de la justicia, la reivindicación moral y política de nuestro ejército ultrajado. Y para que no quepa duda, la Cámara de Bogotá la encabezan tres mujeres, con María Fernanda Cabal de primera, cuya voz tronará en el salón elíptico del capitolio.

Con URIBE llega una nueva generación. La que llamamos del 14. Iván Duque, Alfredo Ramos, Fernando Nicolás Araújo, Honorio Henríquez, Carlos Felipe Mejía, Faruk Urrutia, Daniel Cabrales, Santiago Valencia, Federico Hoyos, Francisco Mejía, Ciro Alejandro Ramírez, Edward Jiménez, Samuel Hoyos, no son estrellas fugaces. Abran paso: una generación, hasta hoy desvanecida, se pone donde debe estar. Al mando de esta Colombia joven, esperanzada, entusiasta.

Son poderosas razones para entender lo que está ocurriendo. El fenómeno Uribe llena otra vez de fe el corazón de la Patria. A votar el domingo. Amanece una nueva aurora.

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