Centro Democrático ¿Y ahora qué?

Álvaro Uribe Vélez demostró ser el  político que está en el corazón de los colombianos, obtuvo  un destacado lugar  en la votación para el Senado, pues sabemos que ese voto fue por Uribe, dada que fue esa  la estrategia de la lista cerrada. No pudimos con la mermelada y el fraude,

¡ Qué se puede hacer!

Por el contrario la votación en la Cámara fue baja con respecto a la del Senado ¿La razón?

Uribe no podía estar encabezando las listas en cada Departamento como lo hacían otrora los líderes de los partidos tradicionales. Luego ¿quién moviliza los votos a la Cámara?

Indudablemente hay una anomalía en lo referente al constreñimiento y la compra de los electores. Pero un partido bien organizado y con la mística que caracteriza al elector uribista hubiese hecho cierta diferencia.

Fue muy poco el tiempo para organizar un movimiento de ciudadanos, hubo una convención tormentosa y no se incorporaron todos los líderes regionales. Pero todos esos factores son nimios en relación con la  ausencia de un partido bien estructurado. Y eso lo demuestra la diferencia entre la proyección de 30 Senadores para el Centro Democrático y los que obtuvimos, la diferencia lo hizo el mantenimiento del Partido Conservador con 17 Senadores, y ese mantenimiento se debe a la existencia de una maquinaria bien estructurada, que estaba inerte y se despertó con la elección de Martha Lucía Ramírez como candidata propia del partido.

Le queda al  Centro Democrático dar la batalla en la elección presidencial, lo cual se debe definir en una alianza de los candidatos que representan la idea de la Seguridad Democrática, pero la idea del Centro de Pensamiento Primero Colombia, consecuente con su razón de ser , es trascender la arena electoral, nuestra finalidad es profundizar y difundir la doctrina uribista y por ello  insistimos en el uribismo la idea de la creación de un verdadero partido, tal como lo dijo nuestro líder en su alocución de anoche: “ Nació el Centro Democrático”

¿Qué significa esto? Pues en primer lugar que exista una doctrina base de la esencia de la pertenencia al partido, luego conformar una estructura de partido basado en la democracia interna, lo cual significa darle el poder a las bases, que es el fundamento de un partido democrático, el partido de cuadros  dirigido por los parlamentarios se acabó en el mundo a fines del siglo XIX;  solamente persiste en el XXI en Colombia; y finalmente, como consecuencia de esto, una elaboración programática que surja de una discusión que parta de las bases y se vaya perfeccionando y sirva como base de la construcción de una nueva Colombia.

Los colombianos entendieron nuestro mensaje: impedir la implementación del castrochavismo en Colombia y retomar el rumbo que significó pasar de un Estado fallido a una nación segura y próspera gracias al gobierno de Uribe.

Seguiremos consecuente en nuestra razón de ser:  propagadores de la doctrina uribista, pero esta vez con la lección de la U, vigilantes de que el Centro Democrático sea una iglesia de los seguidores de esa doctrina y no un casino de quienes vienen a jugar la ruleta.

Director editorial pensamientocolombia.org

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