Al momento de terminar este escrito apenas se cumplían algunas horas de la jornada electoral de ayer, pero las suficientes para sentir una gran preocupación por las anomalías que he podido conocer por diversos medios y que les relataré a continuación:

1. Cambios en los habituales lugares de votación sin previo aviso a muchos votantes.

2. Testigos electorales registrados a nombre de otros partidos políticos diferentes a aquel que querían servirle u omitidos arbitrariamente como ocurrió en Medellín.

3. Partidos políticos haciendo proselitismo en los alrededores de los puestos de votación.

4. En algunos puestos de votación sólo le estaban entregando el tarjetón para la Cámara de Representantes y no para el Senado.

5. Dudas con el software de escrutinio. El Centro Democrático pidió un simulacro a este software para verificar la confiabilidad de este sistema y con lo que salió la Registraduría les dio contentillo haciendo uno del proceso de preconteo de votos. ¿Ocultan algo?

Sin contar las porquerías que uno no ve o de lo que no se alcanza a enterar… ¿Y quién efectúa la veeduría internacional de estas elecciones? Pues la veeduría internacional es efectuada por organismos internacionales lacayos del Castro-Chavismo como la UNASUR, quien congrega en su mayoría gobiernos reconocidos precisamente por atropellar democracias. También lo hace la OEA, organización internacional caracterizada por su insulso silencio ante los recientes atropellos a ciertas democracias como la venezolana.

¿Venir a efectuar veeduría a Colombia aquellos quienes no se reconocen precisamente por efectuar elecciones limpias? ¿Nos creen tontos acaso al presentarnos semejantes veedores? Insólito es también ver a las FARC pidiendo un espacio en nuestra democracia posando de pacifistas en Cuba, mientras en Colombia la atropellan precisamente en momentos previos y durante el día de las elecciones como ocurrió en varios municipios del país con ánimos terroristas.

La persecución contra el Centro Democrático comenzó desde temprano, cuando le prohibieron usar el nombre y la foto del expresidente Uribe en su logo. Entre otros hechos, días previos a las elecciones, en las sesiones en las que se capacitaban a los jurados de votación, se conoció que en algunos lugares, los tarjetones que se utilizaban no tenían el logo del Centro Democrático. Era el único ausente. ¿Adrede?

Es entendible que partidos políticos donde militan politiqueros tramposos acudan al engaño como lo hizo el Partido de la U para confundir al electorado utilizando mañosamente el nombre de Uribe y del Centro Democrático, pero ¿que lo hagan instituciones del Estado como el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría General de la Nación?

Lástima advertirle al Presidente Santos, que contrario a lo que él anda diciendo, que a estas alturas, por la denuncias conocidas y a pesar del resultado final que se presente, estas no serán las elecciones más transparentes de la historia. Que no comiencen poco a poco a instalarnos unas "elecciones democráticas" con resultados manejados e impuestos como en Venezuela. Ojalá que esta vez no haya más denuncias que votos.