Qué pasó el 9 de Marzo

1). La presencia en el Congreso de un nuevo movimiento político que, comprometido en convertirse posteriormente en auténtico partido (“mi partido no es la U”), defiende el ideario uribista, con programas al servicio de los colombianos que se sienten defraudados por las políticas “pacifistas” y populistas del régimen de la “Unidad Nacional”, que se negocian en Cuba con los narcoterroristas.

2). La generosa y significativa votación por el Centro Democrático representa, además, una gran respuesta a la vieja forma de hacer política, fuente del desprestigio de un Congreso constituido por mayorías clientelistas al servicio de minorías corruptas, aceitadas por lo que hoy se conoce como “mermelada”.

3). La abultada cifra de votos anulados, la abstención y el voto en blanco, se constituyen en reserva para que los líderes de las fuerzas patrióticas la aprovechen profundizando el debate programático en las presidenciales, lo cual dignificará el ejercicio de la política en beneficio de los debilitados pilares que sostienen a la democracia.

4). Los parlamentarios elegidos por el Centro Democrático, con Uribe al frente, será la vocería de las mayorías que se oponen a las políticas de la “Unidad Nacional”, heraldos de la nueva forma de hacer política representada por líderes que, como Oscar Iván Zuluaga, están decididos y capacitados para mantener el rumbo de la nación en beneficio de las próximas generaciones.

5). La votación de la consulta de los Verdes es una alerta para que los líderes de las fuerzas democráticas y patrióticas acuerden una política unitaria que enfrente exitosamente a las debilitadas y fraccionadas fuerzas de la “Unidad Nacional”, evitando la desorientación de los votos de opinión, táctica santista que le permitió al Castrochavismo llegar a la Alcaldía de Bogotá, conducta y consecuencias rechazadas por los capitalinos con el amplio respaldo que brindaron, con sus votos, al Centro Democrático.

6). La evidencia del proselitismo narcoterrorista en varias regiones del país a favor de Santos en las pasadas elecciones, nos obliga a duplicar y coordinar esfuerzos por parte de los equipos democráticos de dirección constituidos a lo ancho del país para las parlamentarias, aprovechando que tradicionalmente las maquinarias clientelistas pierden buena parte del control sobre los “mermelados” para las votaciones presidenciales.

7). Se comprobó con el fraude electoral al servicio de los partidos de la “Unidad Nacional”, la validez de la denuncia que al respeto hiciera el Centro de Pensamiento primero Colombia desde el año pasado, lo cual desacredita al poder encargado de garantizar la trasparencia electoral, y obliga a exigir investigaciones y controles a las autoridades respetivas para que estos hechos no se repitan en las presidenciales.

8). Superados con creces los escollos mencionados, los resultados del  pasado 9 de Marzo a favor del C.D. son el inicio de una nueva etapa de la democracia para ponerla realmente al servicio de la mayoría de colombianos, los cuales  rechazarán a las fuerzas del populismo narcoterrorista en la elección presidencial, siguiendo el ejemplo de lucha por la libertad del hermano pueblo venezolano.

Miembro del CPPC. Bogotá, Marzo 13 de 2014

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