MUD: colaboracionistas bribones

Me da una profunda tristeza escribir estas líneas criticando a amigos personales y personas a quienes consideraba líderes políticos merecedores de estima y lealtad, pero las circunstancias fatales a las que la MUD ha llevado la política en Venezuela obligan a esta descarnadas y rabiosa requisitoria contra la sinvergonzonería de la MUD de aceptar bajar la cabeza ante la dictadura comunista en Venezuela.

Sí, disfrázase como se quiera, el haber ido a dialogar con Maduro, en las condiciones en que se hizo, (y se debe tener muy en cuenta este subrayado, el problema no es dialogar, eso es justo y necesario, el problema es hacerlo en condiciones inaceptables) significa haber entregado el país en manos del castrochavismo con una desfachatez inmensurable, en momentos en que una significativa parte de la población venezolana está entregando sus vidas en defensa de la libertad y la democracia.

No tiene nombre el que la MUD haya ido a Miraflores a dialogar con Maduro cuando las condiciones mínimas para establecer el diálogo no estaban satisfechas. Cualquier manual de negociación de conflictos, señala que para que el diálogo parta en una situación  que permita llegar a un resultado exitoso (y por ello se entiende un final gana-gana) lo mínimo que se debe hacer es que las partes reconozcan dialogar en situación de equidad.

Este mínimo no se cumplió el pasado jueves, y por lo tanto el único resultado de ese diálogo es que la MUD le permitió a la dictadura un espacio para ganar tiempo y consolidarse en el poder. Lo peor es que los integrantes de la MUD no son novatos en la política, y sin embargo, los estudiantes les están dando cátedra a esos avezados. Puesto que no son novatos, no acepto la indulgente excusa de que lo que están haciendo es por ingenuidad, no señor el bajarle la cabeza a la dictadura, lo están haciendo por bribonería; ese colaboracionismo tiene como razón intereses ocultos, que van  probablemente desde el ego, pasando por primacía de intereses políticos personales o grupales, hasta lo más indignante corrupción, como lo denunció el difunto Erick Eckvall con argumentos convincentes (http://www.youtube.com/watch?v=CkiZK75H7g4). Me negaba a creer esto pero la única razón que explica ese cobarde comportamiento de la MUD es la sinvergonzonería.

Obvio que en democracia el diálogo es necesario, pero es que allí nace el pecado original de la MUD: el no decir al pan pan y al vino vino, en Venezuela hay una dictadura, y por lo tanto no es normal, como lo quiere hacer ver la MUD, un diálogo común y corriente entre gobierno y oposición. Para que éste se pueda dar, la oposición debe exigir unos requisitos ultramínimos y estos son:

1). Tener unos mediadores aceptables. Por Dios! Los mediadores son 2 Cancilleres  representantes del Foro de Sao Paulo y un tercero que si formalmente no lo es, se sabe que está entregado a cumplir sin chistar las órdenes de éste. El Nuncio, convidado de piedra, ni siquiera cumplió la condición que el Vaticano puso para ser mediador. por lo tanto el Nuncio no ha debido asistir.

2). Realizar el diálogo en un sitio  y con un moderador neutral. Los “idiotas” de la MUD van a Miraflores y el Vicepresidente es el moderador, que tal! semejante desfachatez.

3). Que haya una real disposición de las partes al diálogo, frente a una dictadura, es el gobierno quien debe demostrar que quiere dialogar y para ello la oposición como mínimo ha debido exigir:

a). La liberación de los presos políticos, muy especialmente  Simonovis, Leopoldo López y los estudiantes detenidos.

b). El respeto de sus elegidos, la Diputada Machado y los Alcaldes presos y destituidos.

c). El desmantelamiento de los grupos paramilitares.

Ninguna de estas condiciones se cumplieron, por lo tanto, el mal llamado diálogo no es sino  una rendición de la MUD a la dictadura, en vil desprecio del  bravo pueblo que está en la calle luchando contra la dictadura castrochavista.

Es que el Mismo Capriles inconscientemente se echó la soga al cuello pues en Miraflores dijo: “Existen dos Venezuelas, la que estamos aquí y la que está en la calle”. Justamente el lugar de quien se dice líder de la oposición es estar con la Venezuela que está en la calle, no la de Miraflores.

Director editorial pensamientocolombia.org

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