El domingo de resurrección es el día más importante para la humanidad, es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones, la dignidad humana violada, las injusticias cometidas, la vida humana no respetada y, también celebramos nuestra propia liberación, la derrota del mal y la traición y la esperanza en la victoria de la verdad sobre la mentira.

En toda Colombia se asiste a los templos a cumplir en esta semana mayor, y a pedir por la familia, por la paz sin impunidad, por los más necesitados y por el respeto a la verdad y a la justicia, asuntos sin los cuales no se puede gobernar bien a un País, pero aquí lamentablemente se le miente a diario a la nación entera y no se escuchan sus suplicas para que frenen un dialogo de paz, donde la verdad que es fundamental e indispensable en cualquier negociación hace meses que la sacaron de las conversaciones, para disponerse bajo la tutela del "castro- chavismo", por eso el 25 de Mayo será otro Domingo de resurrección de la justicia y de la verdad.

Sin justicia no puede haber ni paz ni seguridad sostenible y este es el caso de Colombia, donde se cuentan por miles las victimas del terrorismo, son niños con graves quemaduras que no cicatrizan, familias que han perdido parte de sus miembros, jóvenes que no volverán a sus universidades porque fueron alcanzados por las balas asesinas de los terroristas, cohetes lanzados en forma indiscriminada que hicieron blanco en casas de familia, en edificios, en escuelas, en iglesias y en puestos de vigilancia y control de las gloriosas Fuerzas Armadas Nacionales, por estos crímenes en otro domingo de resurrección tendrán que rendir cuentas estos terroristas a la justicia.

La verdad es que el pueblo colombiano ha sido manipulado y utilizado como carne de cañón por el Presidente Santos para mantener a una corte de vividores y crápulas que se regodean con sus riquezas mal habidas, mientras el verdadero dueño del poder que es el pueblo está dormido, y en ese estado solo les proporciona un mínimo de bienestar, para mantenerlo respirando y con un falso hálito de esperanza, nacido de la promesa de que en el siguiente gobierno suyo con el apoyo de sus votos los sacará del marasmo en el que están hundidos, pero se equivocan una vez más, porque viene otro domingo de resurrección.

Estos hechos demuestran el profundo miedo que en esta última Semana Santa como Presidente siente Juan Manuel Santos, quien se sabe debilitado por su ineficiencia e irresponsabilidad durante todo su gobierno que ha sido un fracaso, por haber convertido al Estado y su patrimonio en una fuente de negociados y enriquecimientos ilícitos, al que tenemos que ponerle fin en las urnas electorales.

Ya Juan Manuel Santos ha hecho méritos sobrados como los hizo Ernesto Samper, para que pasen juntos a la historia como los peores presidentes que ha tenido Colombia, quienes con mentiras y acuerdos con el terrorismo y el narcotráfico han puesto patas arriba al Estado, traicionando las promesas electorales, realizando una desastrosa política exterior, contradiciéndose una y mil veces en sus propuestas y con una gestión demencial con la cual han puesto al País en una crítica y muy difícil situación: política, social y económica.

En esta Semana Santa tenemos que afirmar que no tiene perdón de Dios ni de los hombres, quien destruye el futuro de una Nación, quien protege a los responsables de los peores crímenes contra la familia Colombiana, quien al mando de un País firma acuerdos para evitar el castigo a los responsables de las masacres, asesinatos, torturas, secuestros y toda clase de abusos contra la Nación que una vez voto por él.

Queremos decirle Sr. Presidente Santos en esta Semana Santa, que así como existe un viernes de dolores, también existe un sábado de gloria y un Domingo de Resurrección, y será el pueblo quien decidirá el Domingo 25 de Mayo quien lo ha de gobernar mediante el voto universal, directo y secreto, buscando el camino de la Democracia, de la justicia, de la seguridad y de la libertad; firmes con el Centro Democrático, con Álvaro Uribe, y con la mejor fórmula para el progreso: Óscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes, Presidente y Vicepresidente de todos los Colombianos.