El fraude electoral que se nos viene encima

Aunque el 25 de mayo se ganó limpiamente, para la segunda vuelta habrá un sabotaje monumental siguiendo el mismo modus operandi de las elecciones para el Congreso.

El resultado electoral del pasado 25 de mayo estaba previsto. El pacto criminal en La Habana se reafirmó condenando a Colombia al destino aciago de Cuba y Venezuela, pero permitirían –como en efecto sucedió- que Oscar Iván Zuluaga ganara por un pequeño margen para tener la excusa perfecta en la segunda vuelta, con argumentos, de salir a decir que no hubo fraude.

La verdad es que sí habrá fraude electoral en la segunda vuelta. Tal y como lo hablé con algunos amigos, la información que nos llegó daba por hecho que Zuluaga tendría una ligera ventaja que arrancaría una sonrisa de pequeño triunfo a los votantes seguidores del candidato uribista.

Pero todo está perfectamente planeado. Aunque el 25 de mayo se ganó limpiamente, para la segunda vuelta habrá un sabotaje monumental siguiendo el mismo modus operandi de las elecciones para el Congreso. Un apagón conveniente ayudará a que desde la Registraduría Nacional del Estado Civil la alianza mafiosa concrete el triunfo amañado y nauseabundo del camarada Santos.

Ese apagón, ya arreglado desde La Habana, lo ocasionarán las FARC o el ELN volando alguna torre para que Santos tenga la excusa ideal de ser ajeno al evento. Una vez se restablezca el servicio, los datos arrojados desde la Registraduría comenzarán a darle la ventaja al camarada.

Este ha sido el modelo usado por el G2 cubano en los lugares donde han estado. Fue lo que hicieron en El Salvador, fue lo que hicieron en las elecciones colombianas de marzo, y será lo que utilizarán en esta segunda vuelta. Un modelo puesto en práctica por JJ Rendón a quien los órganos de inteligencia cubanos le pagan por sus timos que llevan la firma de “Ramiro”.

Los 12 millones de dólares que los narcos “Comba” entregaron a la campaña de Santos deberían sumarse a otros 17 millones que, hay fuertes sospechas de ello, las FARC aportaron pellizcando algo de sus ganancias por el narcotráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos.

Asesinar a Álvaro Uribe sigue siendo una prioridad para La Habana. En Periodismo Sin Fronteras denunciamos dos pasados planes para matar a Uribe (planes que se frustraron), lo que valió la rabia enorme de las FARC y del gobierno de Santos. Tanto, que finalmente decidieron reducirle en un 70% el esquema de seguridad al expresidente. Así, sin ningún pudor, abiertamente, dándole carta blanca a los terroristas para que concreten su anhelo criminal. El mismo anhelo de quienes hoy no ven con buenos ojos que Uribe esté en desacuerdo con la impunidad para los bandidos de las FARC y el ELN. (Ver LO QUE EL GOBIERNO CALLA DEL PLAN PARA ASESINAR A URIBE http://www.periodismosinfronteras.org/lo-que-el-gobierno-calla-del-plan-para-asesinar-a-uribe.html

Un plan que estuvo a punto de concretarse hace poco cuando estaba todo listo para acribillarlo en el baño de un local donde él estaría dando una charla. Todo esto lo conoce el camarada Santos.

El fraude es, pues, un hecho. La única manera de evitarlo es colocando un testigo electoral para cada mesa de votación, lo cual es eventualmente imposible. O evitar el apagón mediante la vigilancia de los centros neurálgicos energéticos.

Esa sería la única manera de evitar que la banda criminal de Fidel y Raúl Castro, gracias a los buenos oficios de “Santiago” se apropien de nuestra patria.

El asunto no es de poca monta. Que los cantos de sirena de este 25 de mayo no nos haga caer en la trampa de un triunfalismo etéreo.

Lo repito: El futuro de Colombia ya está pactado en La Habana. Nos entregarán en manos del narcoterrorismo castrocomunista y eliminarán a Uribe a balazos o llevándolo a la cárcel.

Cuando uno se entera de estas cosas, más se admira el sacrificado amor de Uribe Vélez por Colombia. Álvaro Uribe hubiera podido llevar la cómoda vida de un expresidente, con honorarios en millones de dólares por sus asesorías a gobiernos y empresas extranjeras. Pero prefirió empeñar su alma en volver a rescatar esta sufrida nación.

El panorama es siniestro. Sin embargo, aún tenemos una pequeña oportunidad de darle la sorpresa de sus vidas tanto al camarada Santos como a sus compinches narcoterroristas.

Hay que salir a votar masivamente. Debemos vigilar las mesas de votación y los centros de energía. No habrá más momento, no existirá otra ocasión cercana para evitar la aberración que han cocinado Santos, Castro y las FARC para Colombia.

Dios nos guarde.

@ricardopuentesm

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