ENTRE HACKERS Y MISILES

Enervados en esta guerra preelectoral, en donde el Gobierno quiere lograr a toda costa una reelección sin resolver las grandes dudas que nos agobian -y que no se aclaran-, la suspicacia nos domina. El panorama es confuso y desalentador. El deseo de paz se nos está atarugando a fuerza de argumentos remanidos y relamidos. La justicia, la verdadera hacedora de la paz, no está invitada a esta feria de vanidades. Mírense si no las declaraciones del Fiscal, cercanas a la institucionalización del delito de opinión y alejadas de la ecuanimidad y ponderación que uno esperaría de ese alto cargo. Y mírese el aura de autoridad de los terroristas de las farc, ahora con caminado y cara de parlamentarios. Desconfianza, desconfianza, desconfianza. En medio de esta barahúnda politiquera y lujuriosa, pasó desapercibido el anuncio de Venezuela, en donde la situación sigue ebullendo, de que el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) ensayó los lanza cohetes múltiple de misiles LCM Smerch BM-30, de su Sistema de Artillería de Campaña en Puerto Páez, Apure, a orillas del río Orinoco, frente a Puerto Carreño, en el Meta.

Estos misiles rusos Smerch ("Torbellino") de 300 mm tienen un alcance de 70 a 100 km y en salvas de 12 disparos consecutivos barren un área de hasta 67 hectáreas. Los tubos de estas piezas artilleras también se utilizan para lanzar los drones Kipckack que pueden permanecer volando estacionarios hasta media hora vigilando una área de 10 kilómetros cuadrados. Los misiles pueden ser cargados con ojivas antitanque, de fragmentación, termobáricas y antipersonal. El sistema es el más potente del mundo en su género y Perú anunció su compra recientemente.

¿Se han tomado previsiones sobre estas capacidades artilleriles de nuestros hermanos bolivarianos? Dispararon estos cohetes al otro lado del río, pero la pregunta es ¿Dónde los emplazarán? ¿Al frente de Arauca, Cúcuta o la Guajira?

La Comandancia (aquí diríamos Presidencia) de un país tan afectado por inflación, escasez, violencia, perturbación social, y obnubilada con un discurso agresivo anti todo lo que no piense igual a ella, aunque incluye la palabra, mas no el concepto, de paz, puede en cualquier momento abrir el frente externo para concitar la unión patriotera interna.

Mientras el asunto cibernético hierve en las pujas electoreras, los cohetes rusos vuelan en nuestras fronteras y los narcoterroristas se regodean en la satrapía de los Castro, en Bogotá viejas elites políticas causantes históricas de todo el desbarajuste social del país, menudean su continuidad en el poder.

Pareciera que tuviéramos que continuar en dolor para completar un aprendizaje que no hemos querido asumir como individuos. Ojalá y el instinto de supervivencia como célula social, nos guíe en las elecciones que llegan. Y que el fútbol no nos distraiga.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar