¿Gavirismo o gavillismo? Verdades y mentiras del gobierno de César Gaviria Trujillo (Parte I)

A continuación una muestra de lo que le historiador y ex senador Pablo Victoria llamaría las “noblezas criollas chiviadas”, aquello que con su ejemplo de vida personal, política y de Gobierno Álvaro Uribe Vélez derrotó en 2002 al llegar a la Presidencia; el accionar político de César Gaviria es una muestra de la clase política colombiana que desde la época del Virreinato ha sido concentrado el poder en unas pocas manos. Si queremos equidad social debemos acabar con el clasismo, representado siniestramente por el trío reeleccionista: Santos-Lleras-Gaviria.

Esa raigambre popular del uribismo como doctrina política y visión de Colombia como Estado Nación, se denota en la plural y muchas veces contradictoria en orígenes y formas de gestión e ideas, pero unidos en una sola Nación.

La figura del Presidente de la República es en el ideal nacional de Colombia una representación del pueblo colombiano, de sus convicciones, costumbres y máxima autoridad y personalidad de la Nación. Con unas contadas ocasiones, ese alto cargo ha sido ocupado por familias que se han autoproclamado con derecho a ostentar el poder de forma hereditaria, dictatorial y excluyente. En otras ocasiones, son golpes de suerte, como por ejemplo el ascenso de César Gaviria Trujillo, a partir del legado de banderas hecho en el funeral del líder liberal y candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento.

Este Expresidente pereirano, que ha hecho lo mismo que sus antecesores: ser gamonal politiquero en su región de origen, preparar a sus hijos para ser sucesores en el poder así tengan poco o ningún talento–como no saber leer proyectos de ley-y tener posiciones alineadas con los aliados internacionales del terrorismo castro-chavista.

Por esa razón y otras, es bueno recordarlas fallas y virtudes de los gobiernos, que en ocasiones son desproporcionadas y muchas veces pasan por alto ante la impunidad de la “opinión pública” y la “academia” sesgada.

A continuación, haremos una radiografía por el período presidencial de César Gaviria Trujillo (1990-1994) y saltando su paso como secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), como ha jugado un papel fundamental en la dictadura mediática y de apropiación de medios de producción en el Departamento de Risaralda. Enfatizando de todo esto los siguientes aspectos: fallas en política agrícola e industrial, fallas de la apertura económica y privatizaciones, corrupción en Risaralda, corrupción gubernamental y posiciones discursivas y prácticas favorables al narcotráfico.

Irónicamente los medios aliados actuales del Régimen, advirtieron sobre los errores de la Apertura Económica echa durante el gobierno de César Gaviria Trujillo (1990-1994), que genera una gran discusión aún de si fue necesaria o no, y por tanto posiciones políticas y económicas irreconciliables que darías para la escritura de un libro completo, por esta razón, nos limitaremos a mostrar de manera simple y contundente los errores de implementación de la Apertura frente a la economía nacional.

Tales errores, no podían ser cubiertos, ni siquiera por los medios amigos de sus beneficios directos como por ejemplo la Revista Semana, que su ex director Mauricio Vargas Linares –actual columnista de El Tiempo-fuera nombrado Ministro de Comunicaciones posteriormente, y que en sus páginas de sociales muchas empresas importadoras pertenecientes a las élites familiares colombianas celebrando los “beneficios que ha traído a Colombia la Apertura Económica”. Ni aún así, tal vez porque aún quedaba algo de sensatez y ética profesional en el periodismo colombiano –algo que ya no se ve en esta época de “hackers”, “anti hackers”, “narco vacas” ocultadas y prensa mermelada-. Veamos el siguiente artículo, que ilustra esto en cuanto al sector del agro:

“(SECCIÓN) ECONOMÍA Y NEGOCIOS

Los riesgos de la apertura

La falta de controles por parte del Gobierno puede llevar a la quiebra a muchas industrias por cuentas de la competencia desleal.

“(…)En cuanto al sector agrícola, el Gobierno tuvo que expedir la semana pasada unas medidas imponiendo precios mínimos a más de 60 productos para evitar eventuales casos de dumping

Revista Semana, Edición 575, mayo 11 al 18 de 1993, pág. 58

“Ciertamente” la falta de diálogo popular, la complicidad del gobierno con ciertos sectores que no fueron afectados como –casualmente los importadores de licores y telas extranjeras y otros lujos- y además, las pésimas políticas de respaldo a la industria y el desarrollo paralelo vial en Colombia, son las más simples causas de fracaso en la Apertura.

Pese a esos intentos del Gobierno Gaviria de “apagar incendios”, sus beneficiarios principales siguen exigiéndole por el aumento del contrabando por su “confusión” de libertad de comercio con ser blandengue en los controles de aduanas e impuestos.

Y qué decir de las élites bancarias, que empezaban a abrirse camino para la monopolización del crédito y el interés. Recordemos que gran parte de la banca fue intervenida y estaba en poder del Estado colombiano desde la crisis de estafas bancarias que coincidió con la Crisis Latinoamericana de la Deuda en 1982. El Banco de Colombia (Hoy Bancolombia), El Banco del Estado, Banco Ganadero, Banco Cafetero, compartían plaza con los bancos del actual grupo Aval-Sarmiento Angulo (Occidente, Popular, Villas y Bogotá), pero se abre camino a la privatización de bancos y nuevas estafas y debacles en el sistemas financiero a finales del siglo XX y durante la primera década del siglo XXI. Sin embargo, ya las consecuencias del estancamiento de la economía nacional, se reflejaban en la banca y la merma de sus ganancias. Principio básico de la economía del mercado: si la banca cae, cae toda la sociedad. El enemigo no es la banca, sino la usura, incluso gente de los más recalcitrantes en izquierdismo o estupidez –que para el caso es lo mismo- como Guillermo La Rotta “Pirry”. La revista Semana de nuevo lo evidencia:

“(SECCIÓN) NOTAS-ECONOMÍA

Utilidades normales

Las utilidades de los establecimientos de crédito no son tan grandes como creen los colombianos. Eso, por lo menos, es lo que asegura la Asociación Bancaria. Y lo que, según la entidad, demuestra el último informe de SEMANA sobre las “empresas más grandes del país”. En un boletín denominado “Panorama macroeconómico y financiero” que comenzó a circular la semana pasada, se dice que “si se comparan las utilidades de las 90 empresas privadas no financieras (10 de los 100 mayores no son oficiales) con las de 88 financieras privadas (12 de las 100 son oficiales), se observa que las utilidades de las no financieras son mayores que las de las financieras…y el crecimiento anual de las primeras (84.2 por ciento) es muy superior al de las segundas (37.9 por ciento).”

Revista Semana, Edición 580, junio 15 al 22 de 1993, pág. 57

Quién pierde siempre es la Nación. Siempre. Continuismo y comienzo de la saga de gobiernos entreguistas.

Las “clases dominantes” o familias oligárquicas dueñas de las economías regionales, fueron los mayores beneficiarios de las reformasimplantadas por el Gobierno Gaviria.

¿Será coincidente la alianza siniestra de apoyos lambiscones a los “mayores logros” que se atribuyen a César Gaviria, es decir las oligarquías de derechas e izquierdas? ¿Qué tienen en común Gilberto Vieira y el doctor Carvajal? Hoy como ayer estamos ante una confabulación de todos los enemigos de Colombia contra la Patria y la Institucionalidad.

La representación de lo que debemos derrotar de manera definitiva y absoluta en las urnas este 15 de junio VOTANDO, pero votando informadamente de quienes deverdad quieren devolvernos a un pasado horrible que es presente por desgracia para gran parte de nuestra población.

OSCAR IVÁN ZULUAGA PRESIDENTE

jairohispano89@gmail.com

Twitter: @armesto1989

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