Don Germán Chica Giraldo, mano derecha y alto consejero presidencial para la política del presidente Juan Manuel Santos, llegó al gobierno más pelado que sobaco de rana, con una mano adelante y otras atrás. Ahora sale multimillonario del gobierno Santos, envuelto en el escándalo de los 12 millones de dólares de la narcomafia. En menos de cuatro años, Chica dejó su semblante de provinciano humilde, para convertirse en un nuevo rico del jet-set, con un patrimonio representando en lujosos apartamentos en el exclusivo condominio Bosques de Medina del norte de Bogotá. Uno de ellos decorado con obras de arte de renombre, poseedor de flamantes vehículos británicos y alemanes de alta gama y acciones en el prestigioso Club Campestre Guaymaral. Todo avaluado en millones de dólares, y lejos del alcance de conseguir con el modesto sueldo de un honesto y decente funcionario público. Este hecho es una muestra visible y palpable de la actual degradación y postración de la política nacional, donde los funcionarios anteponen sus ambiciones y el interés particular sobre los intereses generales de la comunidad.
A los políticos colombianos, a lo largo de la historia, se les ha relacionado con lo bueno y lo malo del país. Solo que últimamente pareciera que son más los malos como Germán Chica, que los buenos. Por eso los políticos dejaron de ser el referente social de la sociedad colombiana, para convertirse en personajes truculentos que compran en su mayoría el poder en las elecciones y se mueven por las comisiones. Para no ir muy lejos, tristemente en nuestro terruño, el éxito de muchos de los funcionarios públicos no se mide por el tamaño de la ejecutoria de sus realizaciones, sino por el tamaño de sus casas en Ruitoque. Por todo esto es que la percepción fatal de los colombianos sobre la corrupción en la última encuesta Gallup va en aumento. La corrupción es el peor mal que aqueja al país, inclusive peor que el daño que hacen la Farc y el Eln juntas, piensan los colombianos. El 81% considera que en este gobierno está empeorando… Una razón más para no votar por Juan Manuel Santos y sí por Zuluaga.
Insultos vía twitter @figuerjoda
