Las irresponsables declaraciones del Señor Fiscal General de la Nación en el sentido de que existen grupos y movimientos de Neonazis y de ultraderecha enemigos del Estado, es inflamable, efectista y peligrosa, pues con ello quiere señalar a quienes no estamos de acuerdo con la entrega de la dignidad de la Patria y el orden jurídico.

Todos los Colombianos queremos y anhelamos la paz, todos estamos hartos de los crímenes y atrocidades de la guerra, de los mercenarios que se hacen llamar revolucionarios, para quienes cualquier medio es válido, y cuya falta de escrúpulos es manifiesta, si, una paz que provenga de la rendición unilateral y entrega de las armas, una paz con victoria militar o una negociada como en este caso, pero con condiciones justas donde los agresores no sean premiados con zonas geográficas de impunidad, representación en los cuerpos colegiados, justicia premial, blanda y laxa para los delitos de lesa humanidad , burla de las victimas y la lenta y casi imperceptible penetración del Estado Democrático y de Derecho, en todas sus estructuras mediante el trabajo ideológico y pedagógico en todos los sectores de la población, con preferencia en Colegios, universidades, sindicatos, Y asociaciones populares, donde la agitación, los paros y protestas estarán motivados y dirigidos por la izquierda perversa y vociferante, creando caos y anarquía, ¡sencillo la lucha de la selva, se traslada a las ciudad!, un simple y mas inteligente cambio de estrategia, en busca ello, si, de un régimen totalitario Marxista, de la implantación del Castro-Chavismo y su ideología de repartición igualitaria de la miseria.

Quienes no estamos de acuerdo con esta negociación vergonzosa, donde a simple vista se ve la rendición y entrega del Estado y la Patria, somos llamados Neonazis, fascistas de ultraderecha y debemos ser fusilados, colocando una lápida de mármol sobre nuestras cabezas y convirtiéndonos en objetivo militar.