Los imposibles de La Habana

El presidente Santos como mal jugador, ha jugado con cartas marcadas pero ocultas al pueblo, sobre lo que acontece en La Habana. En primer lugar y empezando su mandato, nos habló de unos diálogos de seis meses al cabo de los cuales se pondría de acuerdo sobre lo fundamental para llevar a Colombia sobre los mullidos caminos de la paz, pero se le fueron cuatro años entre charla y charla, playa, brisa y mar y ahora nos pide cuatro años más para concretar lo que supuestamente estaba a la vuelta de la esquina.

Como el pueblo dijo mayoritariamente en las pasadas elecciones, que no estaba de acuerdo con un proceso, en las condiciones en las que se está desarrollando, entonces se han destapado las cartas y ante una propuesta concreta del candidato ganador en la primera vuelta Óscar Iván Zuluaga, se han venido lanza en ristre contra él y todo el que quiera oponerse al esperpento de La Habana.

Ha dicho el candidato presidente, que suspender los diálogos para que las Farc hagan un cese unilateral al fuego y a toda acción criminal, para que dejen de tirar la piedra y esconder la mano, es un imposible material; que la propuesta de Óscar Iván Zuluaga, es en el fondo su deseo de acabar con el proceso. Las razones del presidente candidato, avaladas por su jefe de campaña, el señor expresidente Gaviria, se reducen a afirmar, que pedirle a las Farc que dejen de atacar al pueblo que es el que lleva del bulto y que se dispongan a pagar por lo menos seis años de cárcel por sus delitos, es un imposible y por lo tanto lo que quiere el candidato ganador Óscar Iván Zuluaga, es acabar con el proceso.

Dicen con toda la razón, que a buen entendedor pocas palabras bastan y entonces si uno analiza con detenimiento las frases del candidato presidente y del señor expresidente, que en el fondo son un sofisma de distracción, lo que están diciendo a voz en cuello, es que lo que sospechábamos desde un principio es toda la verdad y nada más que la verdad: Las Farc no pagarán un solo día de cárcel, ni entregarán las armas.

Enderezando la hipótesis planteada por el candidato presidente y por el expresidente, diremos como conclusión, que si pedirle a las Farc, que cesen de delinquir, entreguen las armas y paguen como lo hicieron los mal llamados paramilitares, una pena irrisoria de seis años, es imposible, eso quiere decir que en La Habana lo que se está negociando, ni más ni menos, es la entrega del Estado colombiano a las Farc, quienes llegarían según sus pretensiones, al congreso de la república (con minúscula), sin contar con el favor del soberano que es el pueblo y nadie más y entonces estaríamos entrando de lleno al socialismo del siglo XXI, diciéndole adiós a la democracia.

Afortunadamente el pueblo ya no traga entero. Un feliz día y mucha prosperidad.

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