Zuluaga, antídoto para el farcsantismo

En la fase final de esta campaña electoral se está viendo nítidamente lo que tenemos años denunciando: Juan Manuel Santos, el traidor al mandato popular, está siguiendo al pie de la letra los lineamientos del castrochavismo para intentar imponer en Colombia el mal llamado Socialismo del Siglo XXI, que no es que un nuevo nombre para el viejo comunismo.

Todos los elementos están dados para copiar el libreto de la usurpación del poder por el autoritarismo marxista leninista: un calamitoso desprestigio de los partidos políticos y demás instituciones democráticas, un Parlamento rufián que no se interesa sino en incrementar sus elevados beneficios económicos, una justicia ideologizada al servicio de los narcoguerrilleros y criminales de lesa humanidad de las Farc y por demás vendida al mejor postor, un gobierno como Shakira ciego, sordo y mudo a los clamores del pueblo, unos grupos económicos dedicados en la maximización del beneficio a corto plazo sin interesarles el largo plazo, aceptando así los cantos de sirena del farcsantismo, permaneciendo indolentes al alerta que se les hace de que serán los primeros perjudicados, unos medios de comunicación dedicados a vociferar las consignas de engaño del farcsantismo y una clase política servil al engaño del pueblo por los castrochavistas.

La mesa parecía estar servida para el triunfo del narcotráfico en sus dos vertientes, el narcosamperismo y el de la narcoguerrilla para configurar el farcsantismo, vertiente política encargadas de ser el puente para el SS XXI en Colombia.

En Enero nadie daba un peso por la posibilidad de que el traidor JMS no fuese reelegido. Pero en Colombia, a diferencia de Venezuela, sí tenemos un liderazgo político que no se deja permear por la corrupción en todos los sentidos del castrochavismo. Ese liderazgo está plasmado en la figura del Gran Colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien encarnó con su tenacidad y firmeza características la lucha denodada contra la posibilidad de que se implantase el comunismo. Uribe dejó su cómoda posición de Expresidente para conformar un movimiento político que representase la oposición al farcsantismo, el Centro Democrático, encabezó las listas al Congreso y a pesar del fraude logró una significativa bancada que será el nervio de la reforma política en el próximo período constitucional. Impedido por una norma constitucional de lanzarse de nuevo a la Presidencia, impulsó la candidatura de Oscar Iván Zuluaga, su  brillante Ministro de Hacienda, y recorrió el país en búsqueda del apoyo electoral para su pupilo.

La inveterada sagacidad política de Uribe ha quedado demostrada una vez más, los colombianos no nos dejamos engañar por la mentira presidencial, por la mermelada abundante, por el subterfugio de una paz con impunidad y hoy todas las encuestas demuestran que Oscar Iván Zuluaga doblegará al traidor del mandato popular el Presidente-candidato Juan Manuel Santos. La tendencia ya irreversible a un apretado triunfo de Zuluaga en la primera vuelta se convertirá en un tsunami de votos en contra del farcsantismo en la segunda vuelta, pues como también lo señalan todas las encuestas se efectuará un “Todos contra Santos” indefectible.

Viéndose que estaba en los estertores de su gobierno Santos ha recurrido a todos los trucos más viles y estrafalarios que se puedan imaginar: poner al sistema judicial en cabeza del Fiscal Montealegre en una persecución ilegal y temeraria contra Uribe y sus más cercanos seguidores, violar la ley llamando a actuar bajo el manto de la mermelada a Gobernadores y Alcaldes en la campaña reeleccionista, acudir al engaño de una paz que no es tal pues significaría la entrega de Colombia a los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc, recurrir al vituperio de la oposición y finalmente en una muestra de gran desesperación acudir al apoyo de los narcoterroristas de las Farc con un supuesto acuerdo sobre narcotráfico que no dice nada en concreto y con una tregua de los terroristas silenciada por el oprobio del asesinato de menores en actos criminales de lesa humanidad, que por cierto no ha tenido el grito indignado que se merece. Está bien el escarnio a la banda criminal nigeriana que secuestró 200 niñas, pero inmensamente más grande debe ser el rechazo al secuestro y asesinato de  decenas de miles de menores que ha cometido las Farc en sus 50 años, pero como la opinión tiene doble rasero y se escuda en el supuesto “altruismo” de los terroristas dictaminado por una Corte cómplice, aquí se calla.

Pero ni modo, nada de esto servirá al canalla esfuerzo de engañar al pueblo colombiano para implantar una dictadura comunista por medios democráticos, la templanza de líder democrático de Uribe ha calado en los colombianos y han aceptado con entusiasmo el antídoto contra el farcsantismo que el Expresidente les ha propuesto: Oscar Iván Zuluaga o Presidente de la República.¡Gracias a Uribe Colombia se ha salvado del comunismo¡

Director editorial pensamientocolombia.org

@alopeznunez

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