COLOMBIA Y VENEZUELA

En más de una ocasión hemos expresado que Colombia y Venezuela somos una misma nación, así esté contenida en dos repúblicas distintas. Más allá de pactos y acuerdos, de eventuales desacuerdos y reclamaciones territoriales pendientes, de confrontaciones ocasionalmente peligrosas y de un creciente comercio informal con ventajas y desventajas para ambas partes, lo cierto es millones de colombianos tienen raíces profundas en Venezuela y viceversa. Esto se siente en los estados fronterizos de Venezuela y en los correspondientes departamentos colombianos. Sufrimos las mismas amenazas, peligros y agresiones concretas de enemigos comunes, quienes también lo son del resto del continente y de buena parte del mundo.

Las elecciones presidenciales del próximo domingo 15 de los corrientes han despertad una justificada expectativa. Para la situación descrita los resultados tendrán consecuencias tremendas, más allá de los que en este momento puede percibirse. Ambos candidatos tienen adecuada preparación para la economía y para las finanzas. Ambos han ocupado elevadas posiciones gubernamentales y en el sector privado. Alguno de ellos, es el caso de Santos, ejecutor fundamental de la política de Seguridad Democrática, punto central de los ocho años de gobierno del Presidente Uribe. Ahora reniega de ella, se desmarca de los ocho años anteriores a su mandato e ignora que en todos los terrenos Colombia ha retrocedido Pretende refugiarse en las conversaciones de paz en la Habana, con el padrinazgo de Venezuela, convirtiendo este tema en el centro de su campaña. Por supuesto, paz sin justicia y alejada de la verdad del pasado y del presente, genera recelo y desconfianza en muchos sectores colombianos y más aún en la Venezuela democrática.

El debate del pasado jueves fue elocuente y definitivo para la toma de decisión con relación al proceso. Entre otras cosas Oscar Iván Zuluaga dijo que “la prioridad estaría en combatir el terrorismo y el narcotráfico” tolerado y amparado por Venezuela. Señaló la importancia que para Colombia tiene la Carta Interamericana de la OEA e hizo un llamado a todas las naciones del continente a unirse en un esfuerzo para garantizar la plena vigencia de la libertad y las garantías que ofrece la democracia. Por supuesto Venezuela es uno de los objetivos de la acción colectiva.

Entre la guerra y la paz todos estamos por la paz, pero entre la justicia y la impunidad, todos estamos por la justicia. Lo importante es ser honestos con estos temas. Trascienden el hecho electoral. No deben prostituirse buscando efectos de opinión que le restan seriedad a los pretendidos objetivos.

Si yo fuera colombiano, con todo el respeto que me merece la trayectoria de Juan Manuel Santos, especialmente sus años como ministro de la defensa de Uribe, votaría sin dudar por Oscar Iván Zuluaga.

oalvarezpaz@gmail.com

Viernes, 6 de junio de 2014

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar