La unión estéril

Dijo el maestro, con minúscula, Roberto Gerlein sobre las uniones excrementales lo siguiente: “el catre compartido entre dos varones, ¡qué horrorrrrrrrr! Dios mío. Qué horror un catre compartido por dos varones. A mí nunca me ha preocupado mucho el catre compartido por dos mujeres porque esa homosexualidad no es nada. Eso es una cosa inane. Sin trascendencia. Sin importancia. Pero compartido por dos varones. Ese es un sexo sucio. Asqueroso.

Si la sociedad estuviera conformada en su mayoría por homosexuales, esto sería árido, no habría muchedumbre, serían escasísimos los seres humanos, porque la tragedia de la unión homosexual y del sexo homosexual, es su esterilidad”.

¡Qué brillantez, tuvo usted ese día,  maestro Gerlein! Lucidez que no tiene en este momento, con el debido respeto, porque el senador conservador decidió dejarse llevar por la luz de la mermelada santista para producir una relación con Jms árida y estéril,  según sus mismas palabras.

Se podría decir que a la unión entre  Gerlein y Jms solamente se le acercará la muchedumbre a pedir mermelada a cambio de su voto.  ¡Qué falta de dignidad la suya y de todos los copartidarios conservadores que apoyan al gobierno de Jms en estos momentos! Su inane y estéril unión podrá ser progresista, pero será fúnebre. Lúgubre, áaaaarida.

En estos momentos, usted querido senador, con el debido respeto, no se encuentra a la altura de mi Partido Conservador, con mayúscula, que demanda una dignidad acorde con las circunstancias actuales de crisis institucional, social y económica que se nos viene encima como un bumerán por cuenta de las erróneas políticas emprendidas por Jms.

Quienes no somos amigos del progresismo funerario, nos sentimos indignados, como se sienten los millones de indignados en España porque su clase política en la actualidad no es capaz de ubicarse a la altura de sus circunstancia frente a la crisis institucional, económica y social que padece el país ibérico.

En cambio, la unión entre Marta Lucía y Óscar Iván responde a la más profunda doctrina conservadora clásica: la unión entre un hombre y una mujer que busca multiplicar los panes y los peces, no los penes como diría quien sabemos, como bien dice el Génesis al que usted se refiere.

Qué tristeza, con el debido respeto senador a nombre de la Virgen del Rosario, verlo a usted en estas. Compartiendo el catre político con jms Chamberlain Kerensky. “Es que no me nace compartir catre entre dos varones”.

Este tipo de matrimonios políticos terminan en la nada. Perdóneme usted, pero yo no puedo convertirme en vocero de semejante unión excremental.

Me divertí, escribiendo la presente columna de opinión, que no es más que eso. Que mi Dios lo perdone. Amén.

Puntilla. 4 policías en el Amazonas, 4 en Saravena, 2 en Antioquia, 1 en Málaga, nos invaden tropas bolivarianas, nadie dice nada. A nadie le importa. El Brasil de Dilma está que estalla.

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