El Senado de ‘Timochenko’

Unos de los más felices con este Senado que ya huele a rancio son 'Timochenko' y su círculo. Saben que todo está amarrado, nada escapa al control de la Casa de Nariño.

El heredero de una casta politiquera, excónsul de Nueva York por obra y gracia de las cuotas burocráticas, será la cabeza del naciente Senado, clon de los anteriores engendros. Musa Besaile y ‘Ñoño’ Elías, los dos senadores que más votos aportaron al triunfo del partido de Santos, tenían tanto o más derecho que Name a ocupar el puesto. Pero se asustaron.

En todo caso, bueno que sea el apellido de ilustres barones del Atlántico, donde las votaciones fueron bananeras, el que imponga la banda presidencial al reelecto mandatario en agosto próximo. Así no habrá duda de que no se alteró la esencia del sistema que nos rige, el que manipula lo que sea necesario para favorecer al gobierno de turno.

Unos de los más felices con este Senado que ya huele a rancio son ‘Timochenko’ y su círculo. Saben que todo está amarrado, nada escapa al control de la Casa de Nariño. Las Farc tendrán lo que pidan.

Empezando por las víctimas. No pueden tener más razón voces como la del general Mendieta. Están montando una gran mascarada a medida de las Farc. ¿Alguien cree que fue inocente escoger a Barranquilla y Barrancabermeja como sedes de los foros con víctimas? En la capital del Atlántico solo han visto guerrilleros por televisión, y en el puerto petrolero son más las pesadillas por las atrocidades paramilitares que por las de las Farc. La intencionalidad con esos gestos es evidente: mezclar las personas que sufrieron en propia carne la barbarie de diferentes organizaciones criminales con el fin de diluir las responsabilidades de las Farc.

Lo lógico sería que solo tuvieran espacio en La Habana las de dicha banda terrorista porque es con ella con la que el Gobierno negocia. Es a ‘Iván Márquez’ y sus secuaces a quienes deben exigir que cuenten qué hicieron, por qué, que pidan perdón, paguen unos años de cárcel por ser los jefes y reparen. Los otros criminales tienen o tendrán sus propios escenarios.

Lo indignante es que el general Mendieta o la viuda del coronel Duarte, un oficial que pasó 14 años secuestrado y fue asesinado en cautiverio, deban suplicar su lugar en la delegación que acudirá a la isla. Si alguien merece estar son ellos.

Como digo, el camino está allanado para que las Farc logren todos sus propósitos. Ahora conocemos que el anterior Congreso eligió a Alberto Rojas en la Corte Constitucional, pese al enorme escándalo que se armó en su día, para que hiciera la ponencia que garantiza la participación en política de los autores de crímenes de lesa humanidad de la guerrilla. El exviceministro de Defensa Rafael Guarín presentó una demanda muy bien sustentada para impedir tamaña aberración, y el Gobierno quiso que Rojas hiciera la vuelta.

Antes de que lo echaran de la Corte dejó su escrito, cargado de obviedades, por cierto, pero ya sabemos que cualquier articulito sirve. Poner como condición para jugar en política que liberen secuestrados y dejen de reclutar niños es insultar la inteligencia colectiva. Podría agregar no matar rivales como método para ganar elecciones ni presionar a los votantes con fusiles. O escribirlo de manera abierta: las Farc y el Eln pueden hacer política sí o sí. Y ya.

NOTA. La Corte Suprema se inventó una sentencia para meterle 17 años a ‘Uribito’ por ser el favorito del expresidente. Preocupante que la justicia falle casos con las vísceras. Y el Tribunal Superior de Bogotá absuelve al director de Anncol. ¿No tiene nada que comentar Naranjo, que lo capturó?

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