Las huellas de Petro

No hay crimen perfecto y supongo que robo tampoco; todos de una u otra forma dejan sus huellas, como lo es el eslogan “para dejar huellas” del gobernador de Sucre Julio Cesar Guerra Tulena, quien afronta una suspensión de 8 meses precisamente por sus huellas en una contratación inescrupulosa e indebida, según lo han establecido los órganos de control. Recordemos que lo concerniente con contratos pasa por manos de la secretaria privada de la gobernación de Sucre doctora Gina Harb Feris, aunándole a ello la indebida injerencia del sobrino del gobernador, el señor David Elias Guerra; sin embargo pretender no dejar huellas donde se promueve plasmarlas, seria paradójico;  lo que tienen que hacer las autoridades es buscar lupa.

Lupa como la que se está usando con Gustavo Petro, a quien en columna del 7 de enero de 2014 señalé como cabeza de  una administración corrupta; llovieron rayos y centellas, que hoy se desvanecen por lo que oportunamente  comenzó denunciando el diario El Tiempo. Los contratos de Bogotá son billonarios y afectan a millones de personas, sin embargo en ellos han pasado a tener influencia, -según lo manifiestan diferentes medios – los familiares del “pulcro” alcalde, es así como se señala a Carlos Alberto Gutierrez Robayo (ROBAYO es el apellido, no es que se le indilgue a la acción), concuñado de Petro, como participante de la ampliación de los contratos de transmilenio, los cuales arrojan utilidad superior a 30.000 millones de pesos a particulares; además de la información privilegiada que pudo haber manejado el familiar del alcalde. Acto delictivo; agregándole que ante la insistencia de indagar por parte de los medios de comunicación, referente a las claras anomalías, el señor Gutierrez, “tirò el teléfono y jamás volvió a contestar”. Llama la atención esta reacción.

Petro de seguro aparecerá cual Pilato, lavándose las manos o como su amigo Samper y el elefante, pero Petro seguramente no es primera vez que actúa de esa forma; cabría indagar los pasados y actuales movimientos del subdirector técnico de intervención y producción de la unidad de mantenimiento vial de Bogotá el señor Carlos Montes, que a pesar del cargo de segunda que ostenta, puede resultar una caja de Pandora de las jugadas del señor alcalde de Bogotá.

¿Por qué Petro guardó silencio cuando el concejal de Bogotá Juan Carlos Flórez, advirtió sobre la prorroga irregular de los contratos de transmilenio, que al no hacer licitación dejaron 2 billones de pesos en ganancias adicionales a los operadores?, como también ha guardado silencio ante los Nule, con quienes se dice tiene una relación; es así como la Contraloría General de la República estableció que el “rey de la Papa” Carlos Gutiérrez, concuñado de Petro aparece girando a los Nule unos 30 mil millones de pesos, de los cuales Gustavo Petro, doy por descontado dirá que jamás supo nada.

De igual forma las huellas de la alcaldía de Petro señalan con preocupación que se puede estar cocinando un monopolio en el sistema de transporte de Bogotá, que dejará amarrados a los futuros alcaldes. ¿Cuál sería el interés y participación de Gustavo Petro en esto?

Todo lo descrito, es solo una parte, sin mencionar coimas y demás. La Bogotá Humana está como el forúnculo, lleno de pus por donde se le toque, ¿Cuándo explotará verdaderamente?. Amanecerá y veremos, pero para ver no solo se necesita luz, sino lupa, porque de que hay huellas, las hay.

Coletilla. Sentidas condolencias a la familia y directivas de El Universal por el fallecimiento del doctor Héctor Hernández Ayazo, prominente columnista, inigualable profesional y excelso ser humano.

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