El paso de la Selección Colombia por el Mundial de Fútbol deja dos grandes huellas para el estudio y el análisis. Por una parte, el enorme potencial deportivo de estos jóvenes futbolistas que nos devolvieron la capacidad de soñar como país, y por el otro, la descomposición social de una sociedad enferma, que pasa de la euforia a la violencia en milésimas de segundo.
Las 4.300 riñas reportadas por la Policía Nacional tras el partido Brasil-Colombia son una radiografía cruel y preocupante de la situación de violencia e intolerancia que vive el país. El bochornoso episodio protagonizado por prestantes miembros de la sociedad colombiana en un afamado restaurante de Río Janeiro debería encender las alarmas sociales del país. ¿Qué se puede entonces esperar de los colombianos del común, cuando unos famosos y privilegiados con cara de no partir un plato por su preparación académica, su posición social y económica, que debería más bien servir de ejemplo al resto de población, se enfrascan en una grotesca gresca del nivel de una caseta popular de feria de pueblo?
Todo un panorama social preocupante, más cuando supuestamente estamos ad-portas de la reconciliación y la firma de la paz para comenzar a recorrer las vías del post-conflicto, donde el deporte y la educación pudieran prestar un enorme beneficio en la reivindicación social del país. Por paradojas del destino, el mismo día del partido contra Brasil, el Gobierno Nacional anunció el recorte del presupuesto para la ciencia, la investigación y la tecnología de Colciencias en un 30% para el 2015. Serán $125 mil millones menos.
Definitivamente, no se avanza dando pasos hacia atrás; menos recursos para investigar en el país a la larga se traducen en pérdida de capital humano calificado dispuesto a generar conocimiento y competitividad.
Por eso será que en el país florece gente que se enfrasca en riñas, tiran platos y pontifican con la bilis de la envidia y odio como Carlos Antonio Vélez.
Toca sacarles tarjeta roja a los rufianes que tanto daño le hacen a Colombia y a quienes los imitan en lo público y lo privado….
