Un cuento chino

Nicolás Maduro, rechazó la tesis del endeudamiento de Venezuela con la República Popular China tras la firma de diversos acuerdos entre ambas naciones. "No es endeudamiento, es financiamiento, dinero para financiar desarrollo y que será pagado de acuerdo a un cronograma y será liberado el país de ese financiamiento en corto plazo", agregó que quienes afirman que se trata de una hipoteca de la nación intentan "mentir y manchar".

No obstante, no hay que ser experto matemático para comprender que los nuevos acuerdos entre ambos países, tres de los cuales comprometen a Pekín conceder créditos por 5.691 millones de dólares a Venezuela es indudablemente un endeudamiento.

El conocido Fondo Chino recibirá en esta oportunidad, unos 6.000 millones de dólares, de los cuales 4.000 millones provendrán del Banco de Desarrollo de China y 2.000 millones del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) de Venezuela. El mismo Fondo que utilizó el gobierno venezolano en el año 2013 para pagarle a dos empresas falsas 84,9 millones de dólares para la supuesta compra de tractores y equipos agrícolas. Por este hecho hay funcionarios detenidos, sobre el paradero del dinero poco o nada se sabe.

Las malas políticas económicas y la corrupción avasallante han provocado la destrucción del esquema financiero venezolano, que actualmente se ve obligado a pedir auxilio al imperialismo chino, además Maduro señaló que en los próximos días el vicepresidente para Área Económica, Rafael Ramírez, viajará a Nueva York a realizar contactos con la banca internacional y los fondos de inversión. Para algunas cosas el imperio estadounidense no es tan malo, dependiendo de la doble moral revolucionaria.

No es la primera vez que la nación asiática firma convenios o créditos con Venezuela, El Fondo Chino  comenzó a operar en marzo de 2008, con el supuesto propósito de "impulsar el desarrollo socioproductivo e industrial de Venezuela, a través de la ejecución de proyectos de gran envergadura". Un objetivo que se convirtió en un cuento chino.

Generaciones endeudadas por el manejo errado de los recursos ponen en riesgo hasta la soberanía venezolana, porque un gobierno que no activa el sector productivo, que se sustenta en las importaciones, que ha convertido el negocio petrolero en una chequera para comprar aliados y que además, como indica la expresión popular "a cada santo le debe una vela", difícilmente asuma la responsabilidad por haber hipotecado al país.

@OrianTw

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